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España España · Barcelona
Voto de manulynk:
7
Comedia Tras ser pillado in fraganti en una situación escandalosa unos días antes de su reelección, el presidente de los Estados Unidos decide inventarse un conflicto que desvíe la atención de la prensa de su affaire. Uno de sus consejeros se pone en contacto con un productor de Hollywood para crear una cortina de humo: una guerra en Albania a la que el presidente pueda poner fin heroicamente ante las cámaras de televisión. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Barry Levinson plantea en este film, una situación aparentemente absurda (sobre todo por la exageración del planteamiento) pero con tantos puntos de contacto con la realidad, que el pretendido absurdo da mucho que pensar: Un presidente a punto de ser reelegido es pillado en un lío de faldas (les suena a alguien conocido?). En la trastienda de la Casablanca (o sea, la CIA), se plantean realizar una maniobra de distracción para desviar la atención. Dicha maniobra consiste en inventarse una guerra con un país poco conocido. Para realizar dicho montaje quien mejor que la fábrica de los sueños: Hollywood.
Levinson, bien ayudado por un guión escrito por Hilary Henkin y David Mamet, nos sitúa entre bastidores para que el espectador vea como se organiza un montaje destinado a manipular a la opinión pública. Entre los organizadores tenemos a un silencioso agente de la CIA (Robert de Niro), y a un histriónico productor (Dustin Hoffman). Este contraste acentúa aún más la verborrea del personaje interpretado por Hoffman, y cierto punto de comicidad con el que está impregnado todo el relato. Y es que en ningún momento el realizador parece ocultar que se trata de una parodia, con lo que todo está deformado, agrandado, exagerado...o no?
La producción y la imagen tiene un corte más bien convencional, rodada con agilidad y acompañada de una pegadiza canción compuesta por Mark Knoffler, sus imágenes nos retratan de forma eficaz cómo se gesta una manipulación en un oscuro despacho de la Casa Blanca (nunca vemos al presidente, aunque sí a una de sus ayudantes interpretada por Anne Heche), y como se pone en escena dicha mentira, sirviéndose de todos los elementos necesarios (prensa, televisión, guerras, héroes solitarios, etc) como si de una película se tratara. Una película sin Oscars, ni premios, y que toda la opinión pública se traga sin rechistar (con el beneplácito de los medios de comunicación que colaboran "por el bien del país"). Demostrando que gracias a los "mass media" no es nada difícil engañar al ciudadano.
Con todo, lo mejor del film son sus excelentes diálogos, en especial los que comparten De Niro y Hoffman, verdaderos artífices de la gran mentira. Alrededor de sus conversaciones, junto a la escenificación del gran montaje que preparan, subyace la idea del uso que dan los políticos de prensa, radio y televisión, y como se sirven de ellos para contar lo que les interesa o desviar la atención si se da el caso. Y todo ello, contado en un film simpático, con algún momento ciertamente divertido (como el protagonizado por Woody Harrelson), que no pretende ser discursivo ni didáctico pero cuyo mensaje cala hondo.
manulynk
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