Gracias a Dios, en los últimos años el cine independiente de Estados Unidos está cobrando la importancia que merece, como demuestra la presencia de películas como Lost in translation o ésta en la ceremonia de los Oscar.
Pequeña Miss Sunshine es ni más ni menos que una road-movie inteligente, divertida, entrañable, emotiva y casi siempre hilarante. Sin embargo, entre tanta intrascendencia aparente, se esconde una oda a la familia, aunque sea tan disfuncional (adjetivo de moda en el cine americano desde American beauty) como ésta. La suerte es que los seis actores protagonistas están inmensos. De hecho, a mí me es imposible destacar a ninguno, aunque tal vez Steve Carell sea quien más sorprende.
En definitiva, una película de ésas que ya no quedan y que, visto lo visto en las taquillas (inundadas de "cosas" como Epic Movie o Norbit), desearíamos que se prodigaran mucho más a menudo.

Lo mejor: Los actores, todos excelentes, y que merecen que los nombre aquí al completo: Greg Kinnear, Toni Collette, Steve Carell, Paul Dano, Abigail Breslin y Alan Arkin (que Oscar tan bien dado).
Lo peor: Poca cosa, salvo algún que otro brevísimo altibajo en el interés de la acción.