Esta segunda entrega de El Hobbit se deja ver y divierte, como siempre la ambientación, los vestuarios y el diseño de los decorados es magnífico así como las actuaciones las cuales rayan a una gran altura. Creo que esta saga será el referente para las futuras películas de aventuras modernas. Creo que solo por el hecho de haber creado una buenísima película de este tipo ya se merece un diez.

Una vez dicho esto es justo destacar que Jackson se ha mostrado excesivo con la acción y la destrucción y en mi opinión ha dejado un tanto de lado esos diálogos que otorgaban momentos de pausa a la anterior trilogía y que fueron los que hicieron grande a la adaptación de ESDLA. Aquí hay destrucción y carreras y más destrucción y más luchas hasta el punto de llevarte a la fatiga. A mí me ha olido a relleno puro y duro.

Pero bueno es su visión, a mí me hubiera gustado una película con un toque más de cuento, más simple y sin tramas metidas con calzador.