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Colombia Colombia · Bogotá
Voto de PierPuccini:
10
Intriga. Cine negro. Drama Una mañana, Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan), después de visitar a su padre en el hospital, encuentra entre unos arbustos una oreja humana. La guarda en una bolsa de papel y la lleva a la comisaría de policía, donde le atiende el detective Williams (George Dickerson), que es vecino suyo. Comienza así una misteriosa intriga que desvelará extraños sucesos acontecidos en una pequeña localidad de Carolina del Norte. (FILMAFFINITY)
10 de diciembre de 2006
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El joven universitario Jeffrey Beaumont regresa a su villa natal Lumberton, luego de que su padre sea hospitalizado. Durante su estancia, Jeffrey hallará en una pradera una oreja humana cercenada, objeto que lo obsesionará y los conducirá a el y a su amiga Sandy, a investigar, llegando a toparse con una misteriosa cantante de Cabaret llamada Dorothy Vallens.

Como es usual en la filmografía de David Lynch, una intrincada, bizarra, enmarañada, intrigante, oscura y desasosegante atmósfera obnubila la percepción del espectador, pasando del idílico día a día de una colorida villa típicamente americana, hacia una cuasi ininteligible estancia subyacente, desatada por el hallazgo de una oreja humana, cosa que no es más (en palabras del propio Lynch) que un pasaje a otro mundo, un submundo repleto de perversión, de violencia, y de incontables vejaciones.

Sorprendente cuarto largometraje de David Lynch, recuperándose del fracaso comercial (e incluso artístico) que significo la adaptación de la novela de Frank Herbert “Dune”. Esta vez de nuevo con Dino de Laurentis en tareas de producción, Lynch dirige su propio guión, contando con la magnifica fotografía de Frederick Elmes (con quien trabajaría en Eraserhead y Wild at Heart) y también con quien se convertiría en uno de sus colaboradores habituales, el compositor neoyorquino Angelo Badalamenti.

El film cuenta con geniales interpretaciones de Kyle MacLachlan, Isabella Rosselini, Laura Dern, y en especial la de un pavoroso, desquiciado y macabro Dennis Hopper, quien imprime no solo horror y aversión hacia su personaje, sino también un malsano y acido sentido del humor.

Entre las memorables escenas que adornan la obra, resaltan la exquisita presentación de Sandy en los solitarios andenes de lumberton, el pasatiempo voyeur de Jeffrey, el no menos extraño ritual carnal entre Frank Booth y Dorothy Vallens, y la visita al club de Ben, en la que Dean Stockwell se roba el show, haciendo una perfecta mímica, apasionada e hilarante, de la canción “In dreams” de Roy Orbison.

Un clásico y pieza de culto del nuevo cine negro americano, en el que se explora un ofuscante pero fascinante viaje catártico hacia los confines más desgarradores de la condición humana, escondida tras paredes derruidas, y apartada completamente de la sensación de alivio y tranquilidad del “apacible” pueblo que todos conocemos.

Pierluigi Puccini
PierPuccini
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