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España España · bilbao
Voto de batidor:
8
Drama. Comedia Lester Burnham (Kevin Spacey), un cuarentón en crisis, cansado de su trabajo y de su mujer Carolyn (Annette Bening), despierta de su letargo cuando conoce a la atractiva amiga (Mena Suvari) de su hija (Thora Birch), a la que intentará impresionar a toda costa. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2010
185 de 226 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que la película es excelente, pero siento discrepar con casi todas las críticas de mis colegas de filmaffinity. Y puesto que hay muchas probablemente nadie leera esta, pero no importa.

No comento ni resumo la película porque ya está hecho, y muy bien en muchos casos. Me limito a aquello en lo que discrepo y paso a exponerlo (brevemente, que quien lo lea saque sus conclusiones):

-El protagonista efectivamente tiene una vida cómoda y pasa por la típica crisis de los 40.
Descubre que su vida está vacía y trata de rehacerla (el "amor" por la amiga de su hija es simplemente un accesorio).

-Ha perdido su trabajo, a su mujer y a su hija, es decir lo que define a un hombre (o a una persona mejor dicho) en EE.UU. o en la Conchinchina, supongo.

-Trata de recuperar o rehacer su vida desde el principio, desde cuando era joven, en gran parte por añoranza del pasado (la crisis de los 40, ya se sabe: "recuerde el alma dorimida, avive el seso e despierte, ...... como se pasa la vida, cuán presto se va el placer, como después de acordado da dolor, como a nuestro parecer cualquier tiempo pasado fue mejor").

-Admito que el "enamoramiento" puede ser el desencadenante o el catalizador de gran parte de su "camino de recuperación de la adolescencia": gimnasia para recuperar su físico, porros de adolescente, un trabajo de quinceañero en una hamburgueseria, el deportivo que siempre quiso, las cervezas de las "fiestuquis", incluso se vuelve liberal en su forma de pensar (colega del novio de su hija, corre con los gays del barrio y no le importan ni los cuernos que le pone su señora ni su nuevo cutre-trabajo).

-Peeeeeeero: cuando está a puntito con su amor de neo-adolescente recupera la consciencia, como Don Quijote, da marcha atrás (al menos en lo importante, no sabemos si sus nuevas costumbres persistirían) ¿y qué es lo valora de su vida en esos momentos, que además son literalmente los últimos????. No son las fiestuquis, ni el sexo, ni los porros, son el retrato de su familia, su hija, las estrellas que veía de niño, el coche de su primo (sin ningún deseo de poseerlo, comparad los planos de esta escena y los del que se había comprado y aparcado a la puerta de su casa), la sonrisa de su mujer, su barrio, y la belleza de la bolsa de plástico.

Moraleja: tu vida iba bien, la crisis es porque TU cambias el orden de los valores.
batidor
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