Buenas, con vuestro permiso, venía a opinar sobre la celebradísima última película de Pixar. Lo cierto es que me gustaría hacer una crítica realista, sin tener que echar mano de sesudos libros de psicología, biología, pediatría o demás disciplinas.

Por favor, estamos hablando de una película familiar. No hay nada más peligroso que un crítico de cine diletante que se viene arriba...

Parece ser que la factoría Pixar ha vuelto a retomar la senda de la excelencia, tras torcerse algo tras las menos trascendentes Brave, Monstruos University y la nefasta secuela de Cars, y es que a la fábrica de sueños e imaginación constante a la que nos tenía malacostumbrados los de Pixar nos había hecho un poco menos creyentes a la Fe de San Pixar.

Sin duda alguna, con Inside Out lo han vuelto a conseguir, han vuelto a crear una película llena de una imaginación desbordante, un micro-mundo complejo y lleno de matices y aristas, como es el de la mente humana.
Pixar, vuelve de nuevo a apelar a las emociones y los sentimientos de la condición humana, a ese dulce regreso a la nostalgia de la infancia, a ese complicado paso que supone entrar en la pubertad.

Perfectamente ejecutada y explicada desde su arranque, Inside Out, es hasta ahora la mejor película estrenada durante 2015.

Inside Out, vuelve a ser de nuevo esa película que gusta más a los adultos, que al público infantil, una cinta, que en ciertos tramos puede ser algo confusa para los tiernos infantes, que no tienen ni pajolera idea del subconsciente, deja vús, la pubertad y el desarrollo de la personalidad.

Por ponerle un pero a Inside Out, quizá sea el diseño y estilismo de sus personajes, algo infantiles, que para algunos que juzguen sólo por las apariencias, pueda resultarles lo que no es...

Una excelente historia desbordante de originalidad que nos introduce de lleno en la psique humana.

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