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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Ciencia ficción. Aventuras George Taylor es un astronauta que forma parte de la tripulación de una nave espacial -en una misión de larga duración- que se estrella en un planeta desconocido en el que, a primera vista, no hay vida inteligente. Sin embargo, muy pronto se dará cuenta de que está gobernado por una raza de simios mentalmente muy desarrollados que esclavizan a unos seres humanos que carecen de la facultad de hablar. Cuando su líder, el doctor Zaius, ... [+]
19 de enero de 2014
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un tiempo futuro se ha vuelto accesible viajar por el espacio exterior, y una pareja de recién casados va camino a su luna de miel, cuando en el trayecto avistan una botella flotando en el espacio. La recogen y observan que ésta contiene un pergamino que, al comenzar a leerlo, nos narrará el viaje que, el periodista Ulises Nérou, realizó en el año 2500 a la estrella Betelgeuse, en Orión, donde al caer en su planeta Soror, pudo conocer una avanzada civilización compuesta por chimpancés, orangutanes y gorilas, organizada de manera muy parecida a la sociedad humana.

Como en, “1984”, de George Orwell, “Fahrenheit 451” de Ray Bradbury o “Un Mundo feliz” de Aldoux Huxley, la novela, “El Planeta de los Simios” (La Planète des Singes, 1963) del escritor francés, Pierre Boulle (1912-1994), también nos ofrece una sociedad distópica donde los monos tienen el poder y los seres humanos son los que ahora ocupan sus jaulas. Los gorilas constituyen la clase dirigente (políticos, militares, empresarios, aristócratas). Los orangutanes son los conservadores de la cultura imperante (profesores, médicos, jueces…); y los chimpancés son los progresistas (científicos, artistas, filósofos…).

Michael Wilson, había ya adaptado la novela de Boulle, “The Bridge on the River Kwai”, para David Lean, y vuelve ahora con un guion impecable en el que impondrá su personal estilo modificando el comienzo de la novela que describimos en el primer párrafo (más otras variables), pero preservando el estupendo alegato sobre la manera como el hombre, paso a paso, ha llegado a convertirse en el máximo enemigo de la preservación de la naturaleza, hasta el punto de que ésta se revela contra la humanidad y decide proscribirla de su reino.

El director, Franklin J. Schafner, consigue aquí uno de sus mejores momentos cinematográficos, creando un filme de culto sobre el que deberíamos reflexionar muy seriamente, porque, <<EL PLANETA DE LOS SIMIOS>>, es mucho más que una aventura de ciencia-ficción, ¡es un clamor contra la destrucción de nuestro maravilloso planeta! ... y esto es lo mismo que si decidiéramos incendiar la propia casa.

El filme hace acopio de una gran inventiva; se la juega brillantemente en la caracterización de sus diferentes personajes con vestuarios y apariencias que les identifican muy claramente; y la trama va gradualmente descorriendo velo tras velo… hasta que por fin nos lleva a un sorprendente final que tirará por el piso cualquier prejuicio que quizás nos forjamos en el camino y las interpretaciones ligeras que pudimos llegar a asumir.

Así, <<EL PLANETA DE LOS SIMIOS>> exige una apreciación plena y concienzuda, de lo contrario, es bien seguro que se puede terminar con juicios apresurados y desventajosos. Siento que estamos ante uno de los filmes humanistas más importantes que hayamos tenido hasta ahora en el género de la ciencia-ficción.

¡Cuanto pesa la frase que, en algún momento, dice Taylor!:
“En alguna parte del universo debe haber algo mejor que el hombre”.
Luis Guillermo Cardona
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