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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama Miss Moffat (Bette Davis), una inglesa que va a vivir a un pequeño pueblo galés, descubre que los niños trabajan en las minas. Impresionada por esta situación, decide escolarizarlos. Adaptación de la obra de Emlyn Williams. En 1979 el maestro George Cukor dirigió otra versión protagonizada por Katharine Hepburn. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nombre de, Miss Sarah Grace Cooke, no parece sonar en los oídos de mucha gente… pero para el actor y dramaturgo Emlyn Williams (1905-1987), fue el más grato recuerdo que conservó de sus años de adolescencia, pues fue ella la maestra que, pensando tan solo en servir a los demás, logró que las cosas cambiaran en aquellas tierras de Wales (Gales) donde los muchachos, al terminar su infancia, no tenían más opción que trabajar en las minas, donde se hacían viejos sin conocer otro mundo distinto y sin poder acceder a la cultura, el emprendimiento o la esperanza de una vida mejor.

Para el mundo literario, teatral y cinematográfico, donde se proyectaría eternamente con el título “EL TRIGO ESTÁ VERDE”, Miss Cooke se convertiría en Miss Moffat, para entremezclar ficción y realidad, dando al personaje los mejores matices que estuvieran acordes con los propósitos dramáticos de la obra. Lo que ocurriera en Mostyn, Flintshire a comienzos del siglo XX, se trasladó a una aldea de Glansarno a finales del XIX, y el resto, son aquellos recuerdos donde la maestra es el eje central de la obra, en la que se convierte en un reluciente ejemplar de mujer comprometida, dispuesta contra todos y contra todo, a dejar el mundo mucho mejor de lo que ella lo encontró.

Su esfuerzo, que no lo dirá el filme de Irving Rapper, pero lo sabremos luego cuando sigamos el sendero del verdadero Morgan Evans, fue más allá de expandir el saber de niños, adolescentes y adultos, en cuyas mentes hizo comunes las letras, el bien decir y las matemáticas, pues el alumno predilecto sería, con los años, un reconocido actor teatral y cinematográfico (“La ciudadela”, “Major Barbara” o “Veneno para tus labios”, entre otras, donde sería dirigido por el mismo Rapper y Bette Davis estaría en el rol protagónico). Y además de acreditado dramaturgo, hasta sembraría un pinito como director, con un filme que significaría el debut de ese gran actor que fue luego Richard Burton.

Resulta muy diciente, y curiosa, la manera como Rapper introduce al personaje de Bette Davis, quien por entonces cargaba con esa imagen de “malvada” por sus actuaciones en “Jezabel”, “La carta” o “La loba”. La vemos entrar a Pengarth house con una figura un tanto sombría y con secos aires de “ahora yo soy la dueña”… hasta que abre su corazón al paso de los muchachos mineros, y entonces, Mr. Jones y Miss Ronberry, quienes serán sus mayores colaboradores, verán surgir a la gran mujer que se esconde en aquella menuda figura.

Aquellos tiempos en Wales, Inglaterra, estaban signados por el oscurantismo. El terrateniente de turno, quien, salpicado por la entereza de la maestra quizás vea brillar un poco de luz en su propio corazón, repetirá las palabras que eran comunes entonces (y todavía ahora en muchos otros lugares): “Con gente como usted, que enseña a la gente a leer, escribir y tener ideas, Inglaterra se volverá un sitio peligroso”. Pero, la evolución humana es incontenible y siempre habrá seres de luz, como Miss Sarah Grace Cooke, que no buscan la fama sino el privilegio de servir, y que, con sus incontenibles esfuerzos harán incesante la marcha hacia la cumbre de la especie humana.

Título para Latinoamérica: “CUANDO EL AMOR FLORECE”
Luis Guillermo Cardona
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