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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Un joven guitarrista irlandés (Jonathan Rhys Meyers) y una violonchelista (Keri Russell) pasan una romántica e inolvidable noche de verano en Nueva York, pero el azar los separa. De su breve encuentro nace August (Freddie Highmore), un niño que, por un destino fatal, va a parar a un orfanato, donde pasa una dura infancia. Con sólo once años, se gana la vida como músico callejero, bajo la tutela de un siniestro y dickensiano personaje ... [+]
27 de agosto de 2009
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo negarlo, ésta película me sensibiliza, me acaricia el alma, me conmueve hasta las entrañas... y logra que unas corrientes de ternura, admiración y acercamiento a lo maravilloso de la existencia, circulen por todo mi ser.

La he visto ya en tres ocasiones, y siempre me llega, muy hondamente, la manera como ese prodigioso niño, nacido como, Evan Taylor, y renombrado como August Rush (magnífico, Freddie Highmore), va descubriendo la música en todo lo que se mueve en el mundo. Me atrae la manera como, el oportunista “Mago”, dejando cada tanto de lado su afán explotador, consigue conectarse con su polo edificante, logrando transmitir a su pupilo la interrelación y la armonía que existe en el universo; y me hace sentir enaltecido como ser humano, el ver como fluye la solidaridad y el afecto en tantos y tan disímiles personajes.

Lyla y Louis (Keri Russell y Jonathan Rhys Meyers, con un alto carisma), la romántica pareja cuyas vidas las separa una fuerza que los conmina a luchar indeclinablemente; Richard Jeffries, el asistente social con plena conciencia de su tarea en el mundo; el reverendo James, sensible y comprometido con el talento; Hope, la pequeña cantante con vocación de ángel; Arthur X, el cantante callejero que siempre opta por lo que es correcto… y hasta Ronald Guttman, el profesor de la escuela Julliard, brillan como ejemplos admirables de una existencia que estaríamos a un paso de convertir en paradisíaca... es sólo la decisión individual de ver, en cada ser humano, una magnífica ocasión para fluir nuestra grandeza de corazón.

El melodrama es un género cinematográfico tan válido como cualquier otro o tan insulso como quien lo asuma. Hay obras maestras melodramáticas como, "Mildred Pierce" de Michael Curtiz o "Imitation of life" de Douglas Sirk, y tan valiosas como, "The Man in the Moon" de Robert Mulligan... o como ésta, <<AUGUST RUSH (EL TRIUNFO DE UN SUEÑO)>>, versión actualizada de la inmortal novela, "Oliver Twist" de Charles Dickens, que ya fuera adaptada al cine, con claro acierto, por David Lean.

No veo mérito alguno en la insensibilidad y, en lo que a mi respecta, si una película me acelera el corazón y me despierta ternura y emotividad, la apruebo sin restricciones. A, <<AUGUST RUSH>>, la he sentido como un manantial de calidez, de humanidad lúcida, solidaridad y perseverancia... Tiene una música que te circula por toda la piel en más de una ocasión y, en algún momento, te hace brotar un par de sentidas lágrimas que te recuerdan que estás vivo y que, quizás, estás dando a los demás muy poco de ti mismo.

Siempre aplaudiré una película que reviva la esperanza, a fin de cuentas, la verdadera misión del cine es mostrar a los hombres todo camino que les permita encontrar la Unión y la Unicidad... y esta película da un firme paso en este gran propósito.

Bien por la directora, Kirsten Sheridan, me complace que las mujeres vayan ganando terreno en su labor tras las cámaras.
Luis Guillermo Cardona
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