Siete años después de haber dignificado a la Disney con la entretenidísima “Cariño he encogido a los Niños” (Honey, I Shrunk the Kids, 1989) el realizador Joe Johnston (director de las fallidas “Rocketeer” (1991) y “Parque Jurásico III” (2001)) sorprendió al público con ésta singular película de aventuras en la jungla que tiene la premisa de que sin moverse de casa todo es posible que suceda cuando se juega al tablero que lleva el nombre del film.

La premisa de un juego maldito y enterrado a lo largo de los años es el pretexto para que, una vez desenterrado de nuevo, dos huérfanos (interpretados por unos jovencísimos Bradley Pierce y Kirsten Dunst) sean partícipes de una partida que a cada tirada de dados se va volviendo cada vez más real. Hasta la aparición de un joven que fue dado por muerto y que a su regreso en edad adulta se dispone a terminar el juego (y aquí tenemos a Robin Williams como director de orquestra de tanto enredo y en un papel que se asimila al de su peterpaniano hombre-niño en “Hook”).

La película es entretenida en contenido y de las mejores del malogrado Williams metiéndose en sus papeles más convencionales (en cuanto a hacer lo de padre padrazo, payasete, científico torpe y héroe de los niños…) . La película fue objeto de una serie de televisión y está a la espera de que se haga un remake.