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España España · Santander
Voto de DDBR:
1
Acción. Ciencia ficción. Thriller. Fantástico Lucy, una joven obligada a ejercer de mula de una nueva y potente droga, adquiere de repente enormes poderes sobrenaturales cuando la bolsa de la droga se rompe y los narcóticos entran en contacto con su cuerpo. Entonces, su cerebro comienza a aumentar la capacidad de uso hasta poder ser utilizado al 100%, convirtiéndose en una máquina letal con habilidades extraordinarias. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2015
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué ha sido del Luc Besson que hizo El Gran Azul? ¿y el que hizo León, el profesional? ¿Nikita? Por fin ayer tuve un rato para ver LUCY. Se trata de la mayor mierda que he visto...creo que desde The Wanted. Ya viendo el trailer se sabe que toda la película se basa en una premisa que cualquier persona con estudios o un mínimo de curiosidad por la biología sabe que es falsa... y yo pensaba que aún con esas, después de decir la gilipollez del 10% en la película, el resto sería entretenido y libre de subnormalidades, pero NO. La película duele. No te deja ni diez minutos seguidos sin que Morgan Freeman (haciendo de científico) diga alguna gilipollez que insulte a la inteligencia del espectador con una mínima formación en ciencias. Desde células con conciencia que eligen la inmortalidad hasta delfines que usan el 20% de su cerebro. Desde hablar de cimas evolutivas a utilizar figuras sobre evolución que llevan casi un siglo obsoletas. En las estanterías esta película será clasificada como ciencia ficción, pero NO, no lo es, es solo mierda. La ciencia ficción pretende tener "algo" de científico (lo que sea), incluso puede tener cosas de "fantasía" entremezcladas con otras cosas minimamente "científicas". Esta película es sólo un cúmulo de subnormalidades mal hiladas e incohernetes, entremezclando conceptos erróneos del siglo XIX con basura diseñada para atraer a un público nini con una pseudofilosofía new age basada en blogs de internet y leyendas urbanas para ignorantes a lo Cuarto Milenio. Por si todo esto fuera poco, aún aceptando todas las subnormalidades que se esputan por el buzón de Morgan Freeman (en un intento de camuflar la ignorancia del guionista, con la presunta respetabilidad que tiene dicho actor), la propia película ni siquiera es fiel a sí misma, y se contradice en su propia estulticia, con escenas que no siguen las propias premisas que se acaban de establecer en las escenas anteriores. De lo más enfermizo que se puede hacer a nivel de guión. En fin, cuando pueda volveré a ver el montaje del director de El Gran Azul para despedirme para siempre de Luc Besson.
DDBR
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