Tiene guasa que el perdedor más ilustre de la historia norteamericana, derrotado fraudulentamente en las presidenciales por los bufettes petrolíferos más importantes del mundo, retome la escena política con un documental sobre cambio climático contra aquellos que le robaran 8 años a, el honor de convertirse en el siguiente presidente de los Estados Unidos.

Esperaba un documental en imágenes, con la voz en off del vicepresidente declamando las oscuras verdades que se ciernen sobre nosotros. Me equivoqué.
Lo que sí vi en este documental fue a un obstinado perdedor convirtiéndose en un desfasado ganador (premio Nóbel incluído). El término "yo" es empleado en unas cuarenta ocasiones por el ex gobernador de Tennese. Yo, yo y más yo. "Ya lo avisé amigos... nos vamos a la mierda..." Lo cierto es que "yo" no me trago el espíritu bienhechor desinteresado de un tipo que En 1999 firmó el Plan Colombia que fumigaba sistemáticamente extensas áreas con glifosato (herbicida) a poblaciones y plantaciones de coca en aquel país. Supongo que los niños de cuatro años que exhalaran en mayor o menor medida esas partículas contaminantes quizás no sean tan importantes para él como las ballenas, la capa de ozono o el deshielo antártico.

Tampoco me trago lo de que sea él quien pague por las conferencias que imparte ni que le preocupe más el planeta que su persona. Si el encargado de difundir esas verdades fuese un Ghandi anónimo de la ecología, a buen seguro el mensaje llegaría a nosotros antes o después, aunque se quedara sin Nóbel. Todos los gráficos que nos presenta este documental, diga lo que diga Al Gore, eran de sobra conocidos por todos. Y son exactos, una de las virtudes de este documento al que "yo", simplemente, le echo en cara las ganas de atención personal del ex vicepresidente, la saturación de primeros planos que cansa al espectador a la media hora de su visionado y cómo no, esa melancolía absurda sobre el pasado de un desconocido que no hace más que alejarme tanto del narrador como del cuento. Sólo le faltó decir... "yo tenía una granja en África..."

Un buen documental, realizado a la medida de uno de los personajes más fríos y mejor engañados del siglo XXI. Pues eso, que para calentarme... ya estoy "yo".