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Voto de TOM REGAN:
10
7,3
5.008
Thriller
La Yakuza es una mafia japonesa cuyo origen se remonta al siglo XVII. Utiliza los mismos métodos que las mafias occidentales y, como ellas, controla los negocios más turbios: la prostitución, el blanqueo de dinero, el contrabando, etc. Después de la Revolución Meijí (1868), que supuso la occidentalización del Japón, muchos samuráis pasaron a engrosar las filas de esta organización. Harry Kilman, un hombre que formó parte de las tropas ... [+]
16 de septiembre de 2011
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
277/32(30/08/11) Esta es en mi modesta opinión el mejor film de Sydney Pollack, por encima de ‘Jeremiah Johnson’, ‘Tootsie’ o la oscarizada ‘Memorias de África’. Este es un thriller con una tremenda carga de profundidad, gracias a un brillante guión de Paul Shrader (‘Taxi Driver’, ‘Toro Salvaje’ o ‘Aflicción’), su hermano Leonard (‘Mishima’ o ‘El beso de la Mujer Araña’), a los que se les pagó una cifra record, 325000 dólares, se les unió para acabar de perfilarlo Robert Towne (‘Chinatown’, ‘La tapadera’ o ‘Misión imposible’), para obsequiarnos con una honda reflexión sobre los sentimientos de culpa, la penitencia, el perdón, la amistad, el sacrificio, la traición y el poderoso sentimiento del deber, en el escenario de un Japón pujante pero en el que todavía subyacen códigos ancestrales. Harry Kilmer (Gran Robert Mitchum) es reclutado por un antiguo amigo suyo, George Tanner (Buen Brian Keith), compañero en la WWII, para que se traslade de USA a Tokio para rescatar a su hija que ha sido secuestrada por la mafia local, la Yakuza, allí Kilmer se reencontrará con su atormentado pasado, allí se vio forzado a dejar a su amada japonesa, Eiko (deliciosa Keiko Kishi) por culpa de su hermano, Tanaka Ken (Majestuoso Ken Takakura), un soldado nipón que por su código de honor no puede soportar que su hermana fuera ayudada a salir de la miseria por Kilmer. Con estos mimbres se teje uno de los mejores thrillers de la Historia, un portento de equilibrio de ritmo, alternado la acción desenfrenada con emocionantes momentos intimistas, un desarrollo pétreo, unos personajes brillantemente construidos, una evolución de estos inteligente, unas escenas de acción que son un prodigio de gran coreografía, de las que atrapan en el sillón, unos actores en estado de gracia, colosales transmitiendo sentimientos, imperiales en la interacción, con una fascinante historia de amor, de las que recordaras por siempre, una historia de amistad titánica, con un colofón de los más grandes que el Séptimo Arte ha parido. El guión utiliza el recurso de poner a un tipo ajeno a esta cultura, en este caso Dusty (buen Richard Jordan), para que la curiosidad de este por las costumbres que le rodean sean preguntas que al ser respondidas nos enteramos todos. Es esta una cinta envuelta en la melancolía, donde el paso del tiempo marca a fuego, la amargura por las deudas morales dejan heridas, en donde la condición humana sale a relucir, y donde el último tramo de la cinta se te pondrá el vello de punta, te estremecerá, te dejará fascinado, sobrecogedor. (Continua en spoiler sin y con)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Los actores rayan a una altura Everest, de Robert Mitchum decir que está soberbio es quedarse corto, es la imagen del perdedor, del honor, de la sobriedad, su mirada te atraviesa, su dominio gestual es sublime, un coloso, Ken Takakura, todo un descubrimiento, su pose es espléndida, es el orgullo y la dignidad personificada, una mirada llena de angustia, extraordinario, entre los dos hay una química antológica, cuasi amor platónico. La puesta en escena es sobria, no cae en lo facilón de ser un folleto turístico, va a lo importante, con una buena fotografía de Kozo Okazaki, que rueda con vigor y gran fuerza las escenas de acción, reseñable es la música de Dave Grusin (‘El Graduado’, ‘Rojos’ o ‘Los fabulosos Baker Boys’) en tonos jazzísticos que oscurece de modo nostálgico este crepuscular relato. Un clásico imperecedero recomendable a TODOS. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
El momento en que Kilmer le dice al taxista que de la vuelta y se presenta en la casa de Tanaka, este le va a preparar un té, mientras se sienta estilo oriental a la mesa y prepara el ritual de cortarse el dedo como expiación/penitencia por el dolor que le ha causado a Ken, coloca un pañuelo sobre la mesa, desenvaina una catana, coloca el dedo sobre el pañuelo y se lo mutila, luego llega Ken.
Harry Kilmer:- Tanaka Ken, yo he causado un gran mal a tu vida, en el pasado y en el presente. Te ruego aceptes esto (le entrega el dedo envuelto en el pañuelo) como expiación. Si puedes perdonarme a mí, podrás perdonar a Eiko. Cuentas con el amor y el respeto de toda tu familia.
Tanaka Ken:- Acepto.
H. K.:- Domo arigato. (Muchas gracias en japonés)
T. K.:-Kilmer, nadie tiene un amigo mejor.
H. K.:- Tanaka Ken, nadie tiene, nadie … (estremecido por el dolor físico y moral) tiene un amigo mejor (y se derrumba).
Las miradas de los dos en esta secuencia son conmovedoras, la escena es de un lirismo exacerbado, es de ponérsete los ojos llorosos.
Spoiler:
El momento en que Kilmer le dice al taxista que de la vuelta y se presenta en la casa de Tanaka, este le va a preparar un té, mientras se sienta estilo oriental a la mesa y prepara el ritual de cortarse el dedo como expiación/penitencia por el dolor que le ha causado a Ken, coloca un pañuelo sobre la mesa, desenvaina una catana, coloca el dedo sobre el pañuelo y se lo mutila, luego llega Ken.
Harry Kilmer:- Tanaka Ken, yo he causado un gran mal a tu vida, en el pasado y en el presente. Te ruego aceptes esto (le entrega el dedo envuelto en el pañuelo) como expiación. Si puedes perdonarme a mí, podrás perdonar a Eiko. Cuentas con el amor y el respeto de toda tu familia.
Tanaka Ken:- Acepto.
H. K.:- Domo arigato. (Muchas gracias en japonés)
T. K.:-Kilmer, nadie tiene un amigo mejor.
H. K.:- Tanaka Ken, nadie tiene, nadie … (estremecido por el dolor físico y moral) tiene un amigo mejor (y se derrumba).
Las miradas de los dos en esta secuencia son conmovedoras, la escena es de un lirismo exacerbado, es de ponérsete los ojos llorosos.