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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama Década de 1990. Tonya Harding es una prometedora patinadora sobre hielo estadounidense, una joven de clase obrera, siempre bajo la sombra de su implacable e insensible madre, pero con un talento innato capaz de hacer un triple axel en competición. En 1994, su principal rival para los Juegos Olímpicos de Invierno es su compatriota Nancy Kerrigan, a la que, poco antes de los Juegos, un matón a sueldo la golpea la rodilla con una barra de ... [+]
12 de enero de 2018
21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
08/08(08/01/18) Notable dramedia dirigida por Craig Gillespie y escrita por Steven Rogers, muy refrescante biopic sobre la controvertida patinadora Tonya Harding, con especial atención a su conexión con “el incidente” (así lo llaman en el film), de 1994 en Nancy Kerrigan, su rival y compañera de Harding en el equipo olímpico, que la hizo la mujer más famosa el mundo en aquel momento. Estructurada con un ritmo trepidante en base a un docu-drama (ficticio), encabezado por entrevistas con la protagonista (colosal Margot Robbie), y la gente clave en su ciclo vital, su dura madre LaVona Fay Golden (grandiosa Allison Janney), su ex marido Jeff Gillooly (buen Sebastian Stan), su patético guardaespaldas Shawn Eckardt (Paul Walter Hauser), y sumado esto a una supuesta voz neutral en la figura del presentador del programa “Hardcopy”, Martin Maddox (buen Bobby Cannavale), esto cruzado con flash-back de su trayectoria, en los que hábilmente se rompe la cuarta pared. Los personajes de I, Tonya comentan la acción tal como sucede, ya sea a través de entrevistas recreadas, narración en off o dirigiéndose directamente al espectador. Gillespie y Rogers proporcionan detalles que se ven mal para Harding y distorsionan u omiten algunos. Todo contado en un tono mordaz, entre la comedia negra y el drama sórdido, en un equilibrio casi perfecto (digo casi porque hay algún elemento estridente). Según los créditos de apertura, está "basado en entrevistas totalmente irónicas, totalmente contradictorias y totalmente irónicas con Tonya Harding y Jeff Gillooly". En sus dos frenéticas horas seguimos el ascenso y caída de Tonya, mostrándonos como el dolor, la ira, y sus malos tratos sufridos con su madre, posteriormente con su marido, e incluso vejada por los jurados, se convirtieron en el combustible para sobre la pista de hielo ser una gran patinadora. "Tonya es América", escuchamos a alguien decir al principio, es un nuevo enfoque al Sueño Americano, mujer dura que apaga cigarrillos con la cuchilla del patín. Film con multitud de subcapas deriva en un estudio sobre las relaciones en una familia disfuncional, sobre los malos tratos, sobre los abusos, sobre la competitividad en el deporte, sobre los prejuicios por encima de la meritocracia. El director impone una cámara ágil, en perpetuo movimiento, con una edición nerviosa, sin hacer juicios de valor, exponiendo las situaciones, sin intentar moralizar, en lo que se puede ver como un cruce de estilos entre los hermanos Coen y Martin Scorsese. Aquellos la han odiado durante casi 24 años pueden tener que volver a examinar sus sentimientos, en una cinta que humaniza a la caricatura que muchos tenían de ella. El desequilibrio viene por el cuestionable modo trivial en que se abordan los malos tratos, ejemplo sangrante es un tramo en que Harding es golpeada por su marido y de fondo oímos el clásico “Can you mend a broken heart? (Puedes reparar un corazón roto?)”, de Al Green, haciéndote sentir (por lo menos yo) bastante incómodo. Mención aparte merece la antológica actuación de Margot Robbie como protagonista, y Allison Janney encarnando a su madre da una lección de sutilidad malévola.

La cinta se convierten una revisión de la vida de una de las grandes villanas americanas del SXX, mujer situada en la imaginería popular USA como un ser perverso ser situada caricaturescamente ala izquierda de Satán, y aquí se la redime, se le da un rostro y alma, porque nada es blanco o negro, todo tiene un origen. Y el de Tonya fue un Infierno familiar, criada por una madre divorciada, en un estrato social bajo, donde su progenitora abusiva la vejaba una y otra vez, oprimiéndola, asfixiándola, curtiéndola, y para escapar de ella que hace? Unirse a un rastrero tipo, un gañán que para no romper el círculo vicioso también la maltrata, estableciéndose de la mujer una personalidad cercana al sadomasoquismo, donde no podía vivir con él (se separó varias veces, pidió, órdenes de alejamiento, se divorció,…), pero tampoco sin él, volviendo una y otra vez con él. Tonya se acostumbró a ser golpeada por todos, su única válvula de escape, donde vertía toda su rabia era en la pista de hielo, y aun así encontraba “maltratadores”, en este caso en los jueces; Y para hacer verosímil a esta mujer tridimensional, la majestuosa actuación de Margot Robbie, la mejor encarnación de su carrera, y difícilmente la superará, sublime su rol de animal constantemente herido, se transmuta en ella, camina, habla, ríe, llora, un lenguaje gestual y físico soberbio, esa mujer zafia, pelirroja, lenguaraz, anti-sensual, con un manejo de la sonrisa impresionante, lección magistral de cómo se puede utilizar este gesto para emitir dolor y rabia, mirada modulada de forma maravillosa, llegando a atravesarte, con destellos de violencia que rebosan veracidad, con una oratoria de baja estofa como un cuchillo, sin caer en histrionismos fáciles, emitiendo toda una galería de emociones extraordinarios, un volcán con erupciones que arrollan, una furia desatada de la naturaleza. "Me convertisteis en una heroína durante un minuto. Después fui la mala y al final me quedé en un chiste" dice amargada Tonya. Margot se preparó para ser convincente sobre la pista de hielo, pero esto realmente se da puntuales ocasiones, la mayor parte del tiempo los cuerpos que vemos danzar sobre el hielo son los de las patinadoras Heidi Munger y Anna Malkova, como dobles y Sarah Kawahara brindó entrenamiento y coreografía, insertando el rostro de la actriz en el cuerpo por medio del CGI supervisados por Jeffery D. Woodrel (“The Amazing Spider-Man”).

La cinta es un torbellino te absorbe en sus redes, mezclando el humor y el drama, como es la vida, componiendo personajes tridimensionales, con aristas, imperfectos, humanos, filmado en una ingeniosa combinación de escenarios, en base de viñetas que algún momento caen en lo caótico, pero es parte de su gracia, del modo en que se interrelaciona los testimonios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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