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España España · Barcelona
Voto de Redelbe:
10
Serie de TV. Drama. Intriga Serie de TV (2011-2014). 4 temporadas. 44 episodios. Basada en la serie danesa 'Forbrydelsen'. Se investiga el asesinato de una joven desde el punto de vista de todos los personajes implicados, desde sus familiares y amigos a los agentes de policía encargados del caso. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2012
29 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie dramática y policíaca de televisión de 26 episodios de 50 minutos dividida en dos temporadas de 13. Narra la investigación del asesinato de la adolescente Rosie Larsen y las consecuencias de dicho suceso en su familia, la ciudad donde residía y la policía.

Conseguir superar expectativas es un logro admirable. Deberíamos dar una y mil veces las gracias, ponernos de rodillas y peregrinar hasta el monte más alto para rendir tributo a los creadores, guionistas, actores, productores, directores, directores de fotografía, etc., que nos regalan maravillas como esta. Felicidades a todos ellos.

La recreación de un Seattle húmedo, lluvioso, frío -tan alejado de la dimensión afectiva que nos regalaba Frasier- es el primer hallazgo. Siendo el remake de una serie de coproducción danesa-noruega-sueca de ambientación similar, el respeto al original, entender su función dramática, ya es un primer aviso del trabajo bien pensado y ejecutado. Y es que a la serie no le falta ningún medio. Usa localizaciones exteriores, bajo lluvia permanente, de noche..., dejando a la altura del betún a muchos otros productos televisivos... y cinematográficos. Tal derroche de talento y medios en la puesta en escena solo se ha visto antes en producciones del tipo 'The Wire', con la que comparte y es deudora de muchas de sus virtudes. Como aquella, la atención y mimo por el silencio, por la palabra exacta, por el timing correcto de cada escena es excepcional. Esto resulta en una serie absorbente pero no gratuitamente eléctrica. Los capítulos avanzan porque nos interesa lo que pasa y no porque los hayan dotado de un ritmo compulsivo y fragmentado para crearnos la ilusión de un interés inexistente. No es CSI.

En su conjunto percibimos que su maestría no es una cuestión de presupuesto, de su cantidad, sino de la abundante inteligencia y criterio con el que se ha invertido.

Los actores componen unos personajes distintos, diáfanos pero complejos en sus miradas, en sus gestos. Los conocemos. No sabemos nada de ellos, pero los conocemos. Mireille Enos y Joel Kinnaman recrean una sensualidad muy física, alternativa a ese mainstream patatero lleno de rellenos e implantes. Son bellos y naturales y sucios, como también la familia Larsen. Gran acierto. El dúo de detectives Linden & Holder son ya ahora patrimonio universal de la cultura audiovisual.

Pero lo que la ubica en la Major League de las series televisivas es que todos estos elementos, todos y cada uno de ellos, están ahí adrede como una parte más de una función narrativa precisa para conducirnos hasta un final de traca. Un final de investigación doloroso, complejo, que te revuelve en lo más hondo, devastador, que destroza el alma y te hace llorar a moco tendido. Siendo tan potente toda la resolución del caso, los responsables acertaron pensando que, una vez se llegara ahí, cualquier exageración dramática que hubiera existido en el estilo de la serie le iría en su contra. Así que forjaron una serie sin concesiones a la tramposa e idiotizante música de violines o a las puestas en escena no naturales e hicieron de la sobriedad y el naturalismo un arma dramática de primer orden, sin más. Al estilo del mejor Haneke, Bergman o Eastwood. Un diez absoluto.
Redelbe
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