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España España · O Carballiño
Voto de odaesu:
10
Western Ransom Stoddard (James Stewart), anciano senador del Congreso de los Estados Unidos, explica a un periodista por qué ha viajado con su mujer (Vera Miles) para asistir al funeral de su viejo amigo Tom Doniphon (John Wayne). La historia empieza muchos años antes, cuando Ransom era un joven abogado del este que se dirigía en diligencia a Shinbone, un pequeño pueblo del Oeste, para ejercer la abogacía e imponer la ley. Poco antes de llegar, ... [+]
31 de agosto de 2010
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Ford cogió el material con el que se hacen los sueños y a partir de ahí creó y finiquitó el western. Primero lo llevó por caminos de polvo y piedras, después atravesó valles desoladores mientras la estela de los caballos (y los caballeros) pintaba curvas sinuosas, y finalmente lo montó en un ferrocarril rumbo a la historia.

“Usted sólo conoce la ciudad desde que la cruzó el tren, era muy diferente entonces, muy diferente señor Scott, muy diferente”. El cine era muy diferente también, con sus limitaciones y sus anhelos, con sus posibilidades inexploradas y sus formas prematuramente viciadas. Sí, el cine era muy joven.

“Lo hacemos muy a gusto por el hombre que mató a Liberty Valance”. Entre sombras alargadas y soplos de luz en un mar de oscuridad nos movemos al lado de personajes disociados en dos, un periodista alcohólico, un idealista encumbrado por lo que aborrece, un perdedor que hace lo que considera correcto aunque eso implique sacrificar su propia felicidad, un comisario cobarde, una mujer valiente que persigue lo inalcanzable mientras intenta retener con sus manos lo presente… Nos movemos a una velocidad constante entre cactus floreados y familias de rancheros, temerosas de Dios pero también del diablo. Nos movemos porque John Ford nos acompaña plano a plano, nos guía a través de un montaje indeleble, nos enseña un mundo que ha huido pero que se parece al nuestro. La esencia de la humanidad sigue siendo la misma. Seguimos creyendo en la idea de sacrificio, aunque parezca que la hayamos olvidado. Seguimos permitiendo que prospere el mal en el mundo, aunque digamos que defendemos la justicia. Seguimos teniendo ideales y bondad en nuestros corazones, aunque el mundo nos empuje día a día al ostracismo.

Sí, seguimos anhelando ser libres. El sueño de John Ford ha atravesado decenas de generaciones hasta nuestros días. Como un rayo iluminando la negrura del desierto. “En el Oeste cuando la leyenda supera a la verdad publicamos la leyenda”.
odaesu
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