Haz click aquí para copiar la URL
España España · Shangri-La
Voto de Angie Banshee:
7
Intriga. Thriller Un investigador del FBI especializado en analizar la mente y el comportamiento de los asesinos en serie se ve obligado a recurrir a Hannibal Lecter, a quien mandó a la cárcel, para que le ayude en el caso de un asesino de familias, cuyo patrón de conducta le resulta imposible desentrañar. (FILMAFFINITY)
19 de mayo de 2013
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me refiero a compararla con “Hunter”, película de 1986, y de la cual, ésta de Ratner es un remake, pues, por lo demás, a “El silencio de los corderos” prefiero seguir dejándola en paz en el altar que merece. Y es que la de Demme está por encima del bien y del mal.

Los acontecimientos, incluso algunas escenas, son calcadas y, sin embargo, “El dragón rojo” me parece infinitamente superior a la de Mann, muchísimo más cuidada y acertada.

Para empezar, la actuación de Norton, sin ser nada del otro mundo pese a tratarse de un gran actor, le da cien vueltas a lo que hizo Petersen. Asimismo, el personaje en sí es mucho más creíble en esta cinta y no cae en el ridículo. Por ejemplo, los soliloquios de Norton están dosificados y justificados, de forma que no resultan risibles, cosa que sí sucede en “Hunter”. Otro ejemplo de corrección verosímil frente a exageración bufonesca sería el primer encuentro al que asistimos del policía con el periodista. En la de Mann, Petersen le voltea en el aire, rocambolescamente, en una escena poco realista, mientras que en ésta, Norton le coge de la pechera y lo empuja contra un coche, lo cual resulta más creíble, ¿no? Y podría mostrar más ejemplos, pero no me voy a extender en esto. Lo resumiré en que el binomio actor – personaje es del todo superior en “El dragón rojo”.

La banda sonora aquí no chirría, no molesta, acompaña armónicamente a la narración. Todo lo contrario que en “Hunter”.

El personaje de Lecter, aparte de la ventaja que otorga contar con Hopkins (a quien ya asociamos de forma automática con él), tiene un peso específico en el curso de la acción, no es un mero pegote prescindible, que es la sensación que me dejó a mí en la de Mann.

Ralph Fiennes, sin embargo, no me parece el actor más apropiado para dar vida a Francis Dolarhyde, y no porque le falten cualidades a este actor, ni mucho menos, sino porque además de ser muy guapo (y se supone que Dolarhyde sufre, entre otros traumas, uno con su rostro desfigurado), tiene cara de buena persona. Pese a ello, el personaje está bien interpretado y todo lo referente a él está explicado de forma más rica y convincente que en la cinta de 1986.

En resumen, “El dragón rojo”, al margen ya de comparaciones con “Hunter”, me ha dejado un buen sabor de boca que ni siquiera ha logrado empañar su final, en mi opinión, un tanto “made in Hollywood”.

Y por cierto, menudo reparto de lujo entre principales y secundarios. Lo cual me hace añadir que Emily Watson es una actriz que me encanta.
Angie Banshee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow