Con uno de los elencos más memorables posibles del cine francés de la actualidad, la nueva película de Benoît Jacquot es un melodrama clásico que no consigue ponerse a la altura de su lujoso elenco.

Marc (Benoît Polevoorde) es un empleado de la oficina de impuestos que está de paso trabajando en un pequeño pueblo donde conoce a Sylvie (Charlotte Gainsbourg), una mujer con la que conversa toda la noche y arreglan para encontrarse el fin de semana en París, cita a la que Marc no llegará, ante lo que Sylvie decepcionada vuelve con su esposo con quien se muda a EEUU.

Al poco tiempo Marc volverá al pueblo donde conocerá a Sophie (Chiara Mastroianni), sin saber que es hermana de Sylvie comenzarán una relación que terminará en matrimonio, en el que todo irá bien hasta que Sylvie regrese al pueblo.

Al elenco multiestelar hay que agregar a la mítica Catherine Deneuve como la madre de las hermanas y quien calladamente sobrellevará los devenires de las hijas, en una historia a la que hay que concederle demasiado para poder sobrellevar su visionado pues su verosímil difícilmente se sostiene ante lo improbable de que Sophie no le haga llegar alguna foto de su esposo a su hermana, punto clave para sostener la tensión en el relato.

El melodrama de Jacquot apela a un clasicismo que se disfruta pero que se torna demasiado previsible y por momentos rutinario, donde los nombres del elenco quedan muy por encima del resultado final del filme, que cuenta con un machacante leit motiv musical que se torna cansino y una subtrama que incluye un fraude a cargo de un político que no llega a ningún lugar.

Así, ‘3 corazones’ es una película no del todo lograda, aunque por momentos atrapante, siendo lo más rescatable la presencia de esas 3 grandes actrices que por verlas juntas en la pantalla vale la pena.

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