Segunda película que se estrena con Nicolas Cage a la cabeza del reparto y con apenas 3 semanas de diferencia, y otra vez un film fallido, aunque no tan malo como la desastrosa ‘Left Behind’.

En esta ocasión Cage interpreta a Paul Maguire, un hombre de negocios con un pasado oscuro, un día su hija es asesinada violentamente, Maguire sospecha que ha sido un ajuste de cuentas por un crimen contra unos rusos que el cometió algunos años atrás, por lo que decide tomar venganza.

Partiendo de una premisa bastante similar a ‘Taken’, la ahora saga que protagoniza Liam Neeson, la película se torna bastante rudimentaria en su realización, con severos problemas narrativos, algo que sorprende en este debut en el cine de Hollywood del realizador español Paco Cabezas, que había demostrado buenas formas en su película ‘Carne de neón’.

Además de lo ya mencionado, el guión presenta giros caprichosos y forzados, puesto así con el único motivo de tratar de sorprender en una historia por demás previsible y carente de tensión, con algunas escenas de acción, persecuciones y peleas no del todo logradas, y con errores de continuidad bastante evidentes, que denotan una producción muy precaria.

A pesar de contar con Danny Glover como apoyo en el reparto, casi nada de ésta fallida película es rescatable; una más a la reciente lista de Nicolas Cage que por motivos personales ha priorizado trabajar en muchas malas películas resignando la calidad que alguna vez supo aportar.