Las aplicaciones de las plataformas móviles se convirtieron en la nueva inspiración de Hollywood luego de explotar libros, cómics y videojuegos, y que mejor que hacerlo con una de las más famosas y con millones de descargas: Angry Birds, creación de una compañía finlandesa de nombre Rovio Entertainment.

Los responsables de su traslado al cine han sido muy cuidadosos de no dejar fuera ninguno de los aspectos básicos incluidos en la aplicación, respetando a fondo tanto a los personajes como la dinámica de estos en cuanto al objetivo del juego, rescatar los huevos robados por los cerditos verdes.

Pero antes de llegar a ello, se han inventado una historia que toma como protagonista a uno de los personajes, Red, un pájaro solitario que es condenado a asistir a un programa de control de la ira, donde conocerá a los otros personajes principales, Chuck y Bomb, todos ellos ubicados en la acera de los perdedores, que tendrán que recorrer el camino hasta convertirse en héroes al liderar la cruzada contra sus rechonchos y verdes enemigos.

Dividida en tres actos muy marcados, el primero de ellos funciona a la perfección en cuanto a la presentación de los personajes, es divertido y tiene los mejores momentos de comedia del film, la segunda parte es la más floja, donde se intenta darle profundidad a los personajes derivando en la parte más aburrida, pasando a la parte final, llena de acción y donde se muestra una representación del famoso juego, incluyendo algún guiño cinéfilo bastante logrado.

Si bien carece de la profundidad y emotividad de las producciones animadas de Pixar, la traslación de los Angry Birds a la gran pantalla es un alegre entretenimiento por demás efectivo, con buenos momentos de comedia para pasar un buen rato, visualmente atractiva y muy disfrutable para cualquier miembro de la familia.


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