Más cercana a un thriller que a una película de terror, ‘Jessabelle’ es una especie de remedo de varías películas pertenecientes a esos géneros, con situaciones sospechosamente muy parecidas a las vistas en ‘The Skeleton Key’, la película dirigida por Ian Softley.

Cuenta la historia de Jessy (Sarah Snook), una mujer que después de sufrir un accidente donde muere su novio quedando ella en silla de ruedas imposibilitada de caminar, debe volver a la casa de su padre alojándose en la habitación que perteneció a su madre muerta, luego de encontrar y mirar unos videos en vhs dejados por su madre, será acosada por un fantasma que parece llamarse como esa ella, Jessabelle.

Con un inicio un tanto prometedor, la nueva película del director de las dos últimas entregas de la saga ‘Saw’, parece encaminarse como una interesante propuesta del tan bastardeado género del terror, pero apenas plantea el conflicto de la trama se pierde en un interminable desfile de clichés, y lo peor, en situaciones que parecen sacadas de algunas otras películas.

Así, ‘Jessabelle’ juega a mantener el interés del espectador basándose en vueltas de tuerca un tanto forzadas en secuencias que dejan la sutileza de lado y matando por completo la atmósfera creada, quedando apenas en otra rutinaria película que no termina de cumplir lo que promete.