Como cada año, Disney no falta por Navidad en las pantallas cinematógraficas de todo el mundo. Esta vez lo hace con una propuesta ingeniosa a la par que ingenua, pero que al igual que el título de la misma película, resulta una propuesta encantadora.

Que las películas Disney son dignas de parodia, eso lo sabe todo el mundo. Mundos repletos de muchachas ingenuas, animalitos que hablan, príncipes encantadores, malvadas brujas, canciones… Mundos totalmente opuestos a lo que es el mundo real. Pues bien, Disney con esta película mezcla ese mundo mágico de los cuentos infantiles que ha creado a través de sus películas con un mundo real que acaba siendo el sitio ideal para esta parodia de cuento de hadas a lo Disney, aunque al final no deja de ser pues eso, un cuento con situaciones graciosísimas muy Disney, exagerándose la productora a sí misma hasta el extremo.

No faltan desde luego las referencias desde lo más evidente hasta lo más sutil a clásicos como Blancanieves, La Bella Durmiente, La Cenicienta, La Sirenita, La Bella y la Bestia, Bambi, La Dama y el Vagabundo o Aladdín. Y para pillar algunas hay que haberse visto todas estas películas, porque si no no se pillan los guiños o te pierdes en muchas de las situaciones graciosas.

Además los actores están muy bien elegidos, sobretodo Susan Sarandon como la malvada del cuento (su caracterización es de 10), el guapísimo Patrick Dempsey como príncipe azul improvisado, o Amy Adams como la protagonista del cuento, la nueva princesa que tiene todos los rasgos en sí misma de todas las princesas Disney. Su interpretación es divertidísima, con esos movimientos exageradísimos, la exageradísima dulzura de su voz, toda un princesa encantadora.

Es una película al fin y al cabo de puro entretenimiento, que saca al niño que llevamos dentro y que disfrutó con todas las películas clásicas de Disney. Es una comedia familiar, aunque quizás los más pequeños no pillen la mitad de las referencias, pero igualmente se disfruta. Muchos pensarán que es una película para críos, sin más sentido, pero sólo puedo decir que yo fuí a verla a la sesión de la una de la madrugada, no había ningún niño y la sala no estaba precisamente vacía. Por algo será.