Me gusta el cine de David Fincher. Pienso que es de los cineastas actuales que difícilmente hacen un producto malo. Te guste o no su cine siempre ofrece algo interesante. Una propuesta que tendrá una cierta calidad.

"Perdida" viene a ser una historia de desaparición con trasfondo policial que demuestra esa faceta de Fincher de querer siempre rizar el rizo. Una premisa sencilla: Amy (Rosamund Pike) desaparece misteriosamente del hogar que comparte con su marido Nick (Ben Affleck).

A partir de aquí, se construye un sólido y atractivo thriller que atrapa, no falto de momentos logrados (el guión siempre está muy currado en las pelis de Fincher), que pone en el punto de mira la en-teoría- feliz vida matrimonial de la pareja protagonista.

Empieza bien y sigue bien hasta bien entrada la segunda parte. La atmósfera es sobria y la cámara de Fincher es como un bisturí especialmente afilado. Los actores están muy bien, especialmente Rosamund Pike que construye un personaje inquietante que resulta muy difícil de olvidar.

Mención aparte merece Ben Affeck, un actor que ha resultado ser una sorpresa agradable como director pero que no es de mis actores favoritos. A mi modo de ver, sólo sabe poner 2 expresiones faciales y, cuando intenta poner la tercera, pone una mueca y no le sale. Sin embargo, reconozco que aquí está muy bien como el marido que parece esconder más de un secreto.

Lo admito: Me gustó hasta bien entrada la segunda parte cuando, desde mi punto de vista, tengo la sensación de que me han desarmado con un giro, seguido de otros giros, un tanto bruscos y, ciertamente, increíbles (de no creértelo demasiado, vaya). Dirán que esta basada en una novela, que es ficción, que es esto y lo otro... pero a mí me resultó en ciertos momentos algo inverosímil y rozando algunas veces el ridículo, como una concesión al cine más comercial o, todavía peor, al de sobremesa de los sábados y domingos.

Porque es que entras perfectamente en el juego y... ¡zaaaas! ¡Coñ...! ¿Y esto a qué viene? ¿De verdad vamos a jugar a esto? No sé yo... Sigues viéndola porque para entonces ya te han enganchado. Sólo la cámara que filma con sobriedad te permite darte cuenta de que estas viendo la obra de un buen director.

Me resultó un tanto increíble pero ¡vaya!

La película está bien y la resolución te deja clavado. Lo cierto es que es una película inquietante que deja un poso de melancolía y está narrada con un pulso firme y una mirada fría y sobria.