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Voto de Federico_Casado:
7
Animación. Aventuras. Fantástico. Comedia Merida, la indómita hija del Rey Fergus y de la Reina Elinor, es una hábil arquera que decide romper con una antigua costumbre, que es sagrada para los señores de la tierra: el gigantesco Lord MacGuffin, el malhumorado Lord Macintosh y el cascarrabias Lord Dingwall. Las acciones de Merida desencadenan el caos y la furia en el reino. Además, pide ayuda a una sabia anciana que le concede un deseo muy desafortunado. La muchacha tendrá que ... [+]
13 de agosto de 2012
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cosas avanzan que es una barbaridad, parafraseando a Don Hilarión. Y las princesas, más. Y si no que se lo digan a nuestro príncipe Felipe. Pues si las princesas de verdad cambian, las de dibujos animados ya ni te cuento: se acabaron las versiones almibaradas de sueños y suspiros mientras esperaban al príncipe azul, o se resignaban a vivir unas vidas infames hasta que un hada o algún personaje mágico las salvara. Tararí que te vi. Ahora se arremangan las enaguas, pasan del mandato de los padres (o sea, de los reyes... ¿princesas republicanas?) y montan a caballo mejor que el Llanero Solitario. Y cogen el toro por los cuernos, decidiendo su propio destino, antes de twittearlo, publicarlo en su blog y en facebook.

Ya en los pasados ochenta Disney hizo evolucionar todos sus iconos, con Alan Menken y Howard Ashman trastocando (con el beneplácito de Jeffrey Katzenberg, que luego se separaría de la gran compañía para montar Dreamworks y crear la evolución más grande de los cuentos infantiles, con "Shrek" y toda su mitología) el ADN de las princesas con Ariel ("La Sirenita") y Bella ("La Bella y la bestia") como máximos exponentes de por dónde iban a ir los tiros a partir de ahora: se acabaron las muñequitas perfectas, resignadas y que dejan al azar su futuro.

Esa tradición ha ido cristalizando para encontrar su referente perfecto en Pixar, una compañía que ya es la única que realiza películas de animación en Disney, tras prácticamente clausurar sus estudios de animación convencional 2D con una obra realmente apreciable, "Tiana y el Sapo". Pixar ha sabido recoger toda la tradición Disney para "humanizar" juguetes, objetos y todo tipo de personajes, haciéndolos más contemporáneos. Ahora ya nadie puede decir que "vives en una fantasía de princesas Disney", sencillamente porque equivaldría a decir -aproximadamente- a decir que vives en el mundo real. Eso es un alivio, ya que la ensoñación tiene unos ciertos límites, y por otro lado es mucho más fácil ironizar con todo teniendo un referente más cercano.

En el caso de "Brave", Pixar ha apostado por la Escocia medieval -con una clara referencia a William Wallace, el personaje que sirvió a Mel Gibson para realizar "BraveHeart"-, en la que una princesa de lo más rebelde, Merida, se resiste a doblegarse a lo que se espera de ella, que no es otra cosa que elegir marido entre los tres hijos de los nobles de lugar. Su madre, la reina, tiene todo dispuesto para que la tradición se perpetúe, y el bonachón de su padre, el rey, sólo quiere ver felices a todos. Claro que la niña, igual de rebelde que su rizada melena pelirroja, decide cambiar la historia buscando en la magia la solución de sus problemas...
(SIGUE EN SPOILER SIN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Federico_Casado
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