Un adolescente salido va a una fiesta universitaria, se mete en un ascensor con una tía, hay un apagón y se quedan encerrados a oscuras, por lo que mantienen una agradable charla y, en otro orden de cosas, una relación sexual. Hasta aquí, lo típico. El problema, por llamarlo así, es que no llegó a verle la cara a la chica, no conoce su nombre y (oh, la gran novedad en esta clase de pelis) se ha enamorado de ella.

A partir de aquí, su investigación en la residencia de universitarias para descubrir a su amor verdadero se convierte en la coartada para protagonizar una sucesión de sketches con diverso grado de gracia, temática invariablemente sexual y más que duduso gusto. Nada que no se haya visto con más gracia en "American pie" o con más talento en "Desmadre a la americana".

Tiene una extraña mezcolanza de momentos romanticones y ñoños con momentos de humor irreverente que la harán apetecible para mentes no muy exigentes. Tan simpática como ligera y prescindible.