No sé si Kitano buscaba que el espectador sintiera tristeza tras ver su película, pero al menos es lo que puedo asegurar que ha conseguido sacar de mí. Detrás de la impactante limpieza que se lleva a cabo dentro de la mafia japonesa, con traiciones, mentiras, contratraiciones y una violencia desmesurada, Kitano va más allá y supera la mera postal, de forma que el desolado panorama que nos enseña sirve para pronunciarse sin complejos acerca de la propia destrucción del alma humana. Lo hace con las armas y los medios que mejor conoce, que es el recurrente tema del peligroso gremio del crimen en Japón.

A mí me ha convencido porque va más allá de la historia, de hecho el guión parece muy descuidado, como si a la película le diera igual unos hechos u otros, como si diera igual dónde empieza y dónde acaba, como si pudiera alargarse ad infinitum, con unos puntos suspensivos que indicaran que siempre va a ser igual. Es por ello que entiendo que no guste "Outrage", porque la historia es lo de menos. A mí sin embargo me ha convencido porque es un golpe en la mesa: ¿no queríais otra película de Kitano sobre la yakuza? Pues la respuesta es definitiva, "Outrage" es desolación, es tristeza, es la cima.

No soy un experto en el género, veo lo que me va llegando, pero creo que Kitano merece más respeto. "Outrage" no es una película más de violencia y de mafiosos japoneses, es un grito ahogado, es angustia y dolor.