La precuela de "El silencio de los corderos" no llega a su nivel de calidad, pero eso no quita que esté muy bien.
La adaptación de la novela de Thomas Harris es fidelísima, al igual que pasaba con "El silencio". Se transmite perfectamente lo oscuro del alma humana y las mentes retorcidas de los psicópatas.
Hopkins siempre será Lecter. A este personaje le debe toda su carrera y su tardía fama. En esta entrega tenemos la oportunidad de ver cómo fue detenido por el joven agente del FBI Will Graham (un excelente Edward Norton).
Para mí esta será siempre su primera historia. Reniego de "El origen del mal" que me parecen malísimas tanto la novela como la película. Y la serie de televisión actual se desmarca mucho de la historia original, con lo cual no tiene demasiado que ver. "El dragón rojo" es el genuino comienzo de la saga.
Por cierto, como curiosidad, Hannibal Lecter no es el protagonista ni de lejos. Realmente tiene muy poca presencia y es bastante secundario. Lo que pasa es que su personaje es muy potente y es a quien siempre recordaremos.
Pero aquí a quien hay que aplaudir su interpretación es a Ralph Fiennes como el psicópata en activo llamado "Duende dentudo". Su personaje asesino da bastante miedo.
Es un acierto que repitan casi todos los actores. Solo cambian a Scott Glenn por Harvey Keitel. Pero lo importante es que siga estando Hopkins. Ya la desaparición de Jodie Foster en "Hannibal" sentó bastante mal para que hubieran hecho otro destrozo.
Lo malo es que hay una decada de diferencia, y por supuesto, aunque en el prólogo se tiña el pelo, no cuadra la edad. Se nota que han pasado los años cuando en teoría esto ocurre antes que en la otra, y descoloca un poco.
Aunque eso es solo una anécdota. Es un thriller de mucho nivel, que aunque no es tan buena como la original, desde luego sí que es una entrega más que decente.