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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
2
Western Durante la guerra civil norteamericana (1861-1865), tres cazadores de recompensas buscan un tesoro que ninguno de ellos puede encontrar sin la ayuda de los otros dos. Así que colaboran entre sí para conseguir el botín. (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2014
30 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
Famoso Spaguetti Western encumbrado por doquier y sin fisuras. En apoyo a aquellas almas que viendo esta película y tras el transcurrir de los minutos no aguante más y presionando el Stop Button, ni siquiera la termine, diré que no hay derecho a la nota que tiene, pero lo acato.

La he bajado la calificación. Lo confieso. La he vuelto a ver con intención de subir la nota a este engendro insoportable y al final, la he bajado más. Qué Dios me perdone.

En cuestión de cromos o estampas, la calidad de imagen es muy buena. Los caretos que aparecen están buscados con rigor para el papel de figurantes requeridos, gente de aspecto cruel, con mal aliento. Si se fijan, las moscas acuden a los rostros sin ser de la película, tan solo llamadas por el agradable olor de los cutis llenos de ronchones de mierda. Un punto a favor de Leone.

El sonido de los tiros es el más adecuado en los Spaguetti Western. Marca Italiana de la casa, que asemejan las bofetadas que daba Bud Spencer; los italianos tienen la patente y la aprovechan estupendamente. Morricone pone la chicharra, cua cua cuaaaaa, y acierta de nuevo, sin duda, y el clásico tiempo de espera entre secuencia y secuencia cumple la directriz de alargarse con cada cromo hasta que al final tengas miedo de verdad a que la tele se quede fija con el careto de Eli Wallach en pantalla y se rompa.

El sentido cruel de la película tiene sus entreactos debidos, con el asesinato de familiares inocentes por efectos colaterales y la aparición brusca de un hombre sin piernas que me ha dejado sin aliento. Joder.

Así mismo el guion se complementa con un Tuco graciosillo que sumado a los comportamientos del malo y del guaperas componen un trío al viejo estilo de las revistas cuando los protagonistas se daban bofetadas muy graciosas para jolgorio del público, o sin desmerecer y con todos los respetos, dicho de otra forma, busca el efecto de las actuaciones circenses de los payasos: el listo de ojo romboidal y gorro de capirote, aquí el Rubio, y los acompañantes desaliñados que contrastan todo lo que va pasando con puñetazos y caras raras. La película pues, con esos toques de un tiro y un sombrero que sale volando, con el que ahora te mato, ahora se me hunde el suelo y me caigo, jajajaj, y demás, no esconde los viejos trucos de los payasos, queriendo llegar al mejor cine humorístico italiano con el sublime Alberto Sordi a la cabeza, por ejemplo. Pero es otra cosa.

Momentos oníricos que nos llegan con más cromos. Una carreta con unos extraños velos al viento del desierto por ejemplo, con un tío tuerto y feo dentro, y una coral de músicos en la que ha faltado Gigliola Cinquetti, para el caso, pues se echa en falta alguna que otra fémina aunque sea para cantar. Momentos que buscan valientemente enlazar la diversidad cromática pues..., diríamos que para sumar un aliciente más. Una tontería más en este caso. Lo importante es que todo esto no evita una soporífera por aburrida película que cuenta con ser uno de esos típicos casos que la gente valora pues por eso, por reminiscencias de todo aquello que nos hace reír.
floïd blue
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