Porque sí, eso es, exactamente, lo que ocurre cuando la pobre Sofía, convertida en zombie, sale del granero. La serie juega contigo: hace que te pongas del lado de los que abogan por matar zombis. Dices: "claro, hay que matarlos a todos por seguridad". Te da igual que están la madre y hermanos del pobre médico. Porque esos no son "tus peronajes". La serie no hace que te identifiques con ellos.

Pero cuando la pobre Sofía aparece, todo cambia. En un segundo, la serie hace que tú, que estabas absolutamente convencido de que había que matarlos a todos, te replantees todo el esquema de valores que acababas de construir. No es lo mismo matar a unos desconocidos, que matar a Sofía. Ese personaje que la serie ha hecho tuyo, ha hecho que sientas la angustia de su búsqueda.

Y con ello nos obliga a replantearnos nuestro propio sistema moral en la vida:

1.- Mis valores son absolutos? Estoy seguro de que no hay otros puntos de vista posible? He analizado suficientemente bien mis valores?

2.- Aplico los mismos valores a los demás que a mi mismo? Cuando se trataba de matar a otros, no había problema, pero cuando se trata de matar a Sofía, eso ya no es lo mismo... Por qué? Simplemente porque es una de "los nuestros"? Deben de cambiar los valores según a quien se los apliquemos? Si eso es lo que hacemos: es la sociedad hipócrita con sus valores?

3.- Y más aun. La serie critica la propia existencia del principio de "seguridad preventiva". Debemos matar zombis por mera seguridad? Debemos tener Guantánamo por seguridad?

Y todo ello, en 10 minutos, y sin mediar palabras casi. Sin explicación: no hace falta. La serie te lleva a donde quiere llevarte para convencerte no mediante un discurso extraordinario, sino haciendo que sientas primero una cosa, y luego lo contrario.

Lo dicho: los mejores 10 minutos de la Tv en muchos años.

La segunda temporada, promete.