En el 2007 me encontré de casualidad con ésta pequeña joya que para mí fue la peli del año. Ya para ese entonces estaba nominado uno de sus actores secundarios al Oscar y yo que de nombres de actores y directores pocón creí que era el adolescente. Ya luego me enteré que era el abuelo el que efectivamente se quedó con el galardón pero para mí habría podido ser cualquiera.
Es uno de los méritos de la película, todos los actores destacan, cada uno en su rol, sí un tanto cliché pero como es una comedia se le perdona que abuse.
La madre: ama de casa aburrida con su papel que improvisa sirviendo pollo comprado y ensalada hecha en casa (me sentí un poco descubierta pues yo también combino lo de adentro y lo de afuera, lo chatarra y lo saludable para sentir menos remordimientos y con el pretexto de ayudar a la economía)
El padre: este tontarrón nos hace sonreír todo el tiempo con el cuento de los 9 pasos y sus frases sacadas de libros de autoayuda. Los reto: ¿Quién no conoce a alguien igualito?
El abuelo: lo mejor de éste individuo son sus diálogos, como aquél en que dice que consumir drogas de joven es un absurdo y no consumirlas de viejo también. Filosofía hippie aderezada con experiencia.
El tío: bueno, éste es al que menos oímos hablar pero sus intervenciones con el sobrino parece que ayudan a que éste salga del mutismo. Además me ha hecho conocer a Marcel Proust que ya es bastante mérito.
La niña: saquito de ternura, es una niña tan niña que deberían mostrarla en los colegios como ejemplo. Lamentablemente nuestras niñas se parecen cada vez menos a Olive y más a las otras concursantes de Miss Sunshine, llenas de vacíos. Me encanta la metida de panza después del primer desfile (otra vez se colaron en mi intimidad) y la coreografía, donde vemos claramente al abuelo riéndose detrás de la cortina.
UNA PELI QUE RECONCILIA CON LA VIDA. TE DAN GANAS DE SALIR DE PASEO CON LA FAMILIA O AL MENOS DE VOLVERLES A HABLAR.