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Voto de TheYllusionist:
8
Drama Evelyn (Kathy Bates), una mujer madura que vive frustrada por su gordura y por la insensibilidad y simpleza de su marido, conoce casualmente en un asilo a Ninny (Jessica Tandy), una anciana que le va contando poco a poco una dramática historia ocurrida en un pequeño pueblo de Alabama. El relato se hace cada vez más fascinante: gira en torno a la gran amistad entre dos mujeres (Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker) y al misterioso ... [+]
20 de octubre de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tomates verdes fritos es una adaptación de la novela de Fannie Flagg. Hay que verla en su contexto: película de 1991 ambientada en principios del siglo XX, en el conflictivo sur de los EEUU en plena Gran Depresión. Sabiendo a qué tipo de público se dirigía, es razonable que omitieran lo más explícito de la relación entre Ruth e Idgie. Aun así, Jon Avnet, el director, se ha tomado ciertas licencias, como la de dejarnos con la confusa idea de que Ninny es Idgie, cuando en la novela –por lo visto- queda clarísimo que no es así.

Amplio abanico de personajes, sobre todo femeninos. La niña rubia y mona que no quiere comportarse como tal, la bella Ruth, la acomplejada Evelyn y su salvación dramática, Ninny, etc. Todas ellas tienen una profundidad interior con la que nos familiarizamos enseguida. La película eleva sus conflictos a acciones universales, de ahí que puedan conmover al gran público, que empatizará con la crítica a la discriminación racial (casi un leit motiv del filme), así como con la denuncia al machismo y a la violencia de género.

En esta exquisita alternancia entre presente y pasado cuyo vínculo es la tierna Nanny, es importante fijarse en los símbolos más significativos. El ferrocarril, por ejemplo, que tanto sirve para llevarse a Buddy del mundo como para ser caritativo con los pobres. También el coche que se saca del lodo, que vemos al principio sin comprenderlo en absoluto, como diciéndonos “en esta historia vamos a desenterrar el pasado del Whistle Stop Cafe". Este nombre ya es sugerente de por sí, como es sugerente la escena en la que cocinan a Frank Bennett: no se muestra ni una pizca de sangre, pero nos repugna igualmente porque sobrentendemos lo que está ocurriendo. Esta acción tiene cierta ironía si la miramos a través del título, como una original y elegante forma de hacer desaparecer a un hombre malvado de la faz de la tierra.
TheYllusionist
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