Media votos
5,5
Votos
4.116
Críticas
359
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Servadac:
10
7,8
116.027
Ciencia ficción
La película de ciencia-ficción por excelencia de la historia del cine narra los diversos periodos de la historia de la humanidad, no sólo del pasado, sino también del futuro. Hace millones de años, antes de la aparición del "homo sapiens", unos primates descubren un monolito que los conduce a un estadio de inteligencia superior. Millones de años después, otro monolito, enterrado en una luna, despierta el interés de los científicos. Por ... [+]
3 de enero de 2010
765 de 811 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un punto de inflexión, en geometría, es aquel en el que una curva cambia el sentido de su curvatura.
Cambiar, según el DRAE, es convertir o mudar algo en otra cosa.
En el género de la ciencia ficción, '2001: Una odisea del espacio' supone un cambio, un punto de inflexión.
Hagamos ciencia ficción con el lenguaje. La curva es el ser vivo. Hay monos. Aparece por primera vez el monolito. Contacta con uno de los monos. Después de ello, el mono es otra cosa (un hombre, un inventor). Por medio de la inteligencia, extiende su poder. La herramienta primera es un hueso de animal (un arma). Ya puede golpear. Ha dado el primer paso para conquistar la Tierra.
Kubrick nos enseña la culminación del desarrollo tecnológico con una elipsis elegante y exquisita. La herramienta puntera (una astronave) servirá para que el hombre cumpla su viaje de la Tierra a las estrellas.
Cambiar, según el DRAE, es convertir o mudar algo en otra cosa.
En el género de la ciencia ficción, '2001: Una odisea del espacio' supone un cambio, un punto de inflexión.
Hagamos ciencia ficción con el lenguaje. La curva es el ser vivo. Hay monos. Aparece por primera vez el monolito. Contacta con uno de los monos. Después de ello, el mono es otra cosa (un hombre, un inventor). Por medio de la inteligencia, extiende su poder. La herramienta primera es un hueso de animal (un arma). Ya puede golpear. Ha dado el primer paso para conquistar la Tierra.
Kubrick nos enseña la culminación del desarrollo tecnológico con una elipsis elegante y exquisita. La herramienta puntera (una astronave) servirá para que el hombre cumpla su viaje de la Tierra a las estrellas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La segunda aparición del monolito es más desconcertante. Ocurre en plena Luna. El hombre debe abandonar la Tierra y adentrarse en el espacio. A esas alturas de la evolución, el ser humano está muy cerca de su propio límite. Y al tiempo que el humano se deshumaniza, fabrica ordenadores casi humanos.
Empieza el último viaje. El hombre deshumanizado destruye la computadora humanizada. Se cierra un círculo. Lo que empezó con la muerte de un mono, acaba con la muerte de una máquina. Y, entre ambos extremos, la historia de la humanidad. El primer homínido apenas llega a ser un hombre. El astronauta casi ha dejado de serlo. La simetría es excelente.
Aparece nuevamente el monolito. Contacta de algún modo con el hombre. Después de ello, el hombre es otra cosa. Y ahí concluye su viaje.
La película es, sin duda, antropocéntrica. Fabula el intervalo que va desde el origen hasta el fin. Empieza con el primer destello de lo humano (pensar un arma) y desemboca en una forma de consciencia simultánea. Ahí lo deja Kubrick. Lo que pueda venir después es otra historia. La historia de otra especie.
El monolito está en los puntos de inflexión del ser humano: nacimiento, partida y vuelco existencial.
Y se nos cuenta sin palabras.
Sin palabras.
Empieza el último viaje. El hombre deshumanizado destruye la computadora humanizada. Se cierra un círculo. Lo que empezó con la muerte de un mono, acaba con la muerte de una máquina. Y, entre ambos extremos, la historia de la humanidad. El primer homínido apenas llega a ser un hombre. El astronauta casi ha dejado de serlo. La simetría es excelente.
Aparece nuevamente el monolito. Contacta de algún modo con el hombre. Después de ello, el hombre es otra cosa. Y ahí concluye su viaje.
La película es, sin duda, antropocéntrica. Fabula el intervalo que va desde el origen hasta el fin. Empieza con el primer destello de lo humano (pensar un arma) y desemboca en una forma de consciencia simultánea. Ahí lo deja Kubrick. Lo que pueda venir después es otra historia. La historia de otra especie.
El monolito está en los puntos de inflexión del ser humano: nacimiento, partida y vuelco existencial.
Y se nos cuenta sin palabras.
Sin palabras.