Comedia y acción se dan la mano en esta descafeinada adaptación a mayor gloria de dos de sus emergentes estrellas: Jeffrey Dean Morgan, inolvidable Denny Duquette en Anatomía de Grey (Grey's Anatomy), y Zoe Saldana. El primero da vida a Clay, el líder de un grupo de renegados que tras abortar una misión y ser dados por muertos se ven abocados a malvivir en el anonimato. Sólo acabando con Max (Jason Patric), el mafioso que les embaucó de mala manera, podrán recuperar sus vidas.

Los perdedores me recuerda a esas películas de acción que, durante los ochenta, ocupaban gran parte de las estanterías de los videoclubs, de esas que (tal y como le ha sucedido a este título en nuestro país) ni siquiera llegaban a estrenarse en salas comerciales. Y es que la película de Sylvain White no ofrece nada nuevo dentro de tan anquilosado género, dedicándose a encadenar escenas de acción, chistes malos y tópicos a diestro y siniestro. Lo mejor: la luminosa fotografía y ciertos guiños visuales al mundo del cómic.