El cosmonauta

Analizar está obra no es sencillo. Antes sería necesario saber si lo que se pretendía hacer era simplemente un experimento cinematográfico o si realmente sus creadores tenían la intención de hacer una película de verdad. Si se trata de lo primero, estamos ante una obra genial. Si se trata de lo segundo, nos encontramos ante un verdadero fiasco.

El Cosmonauta es una obra a la que no se le puede reprochar nada en el aspecto técnico, sobre todo teniendo en cuenta su limitado presupuesto. Por momentos, la combinación de imágenes, músicas, sonidos y ciertos diálogos crean un ambiente etéreo que convierte la visualización de este film en algo hipnótico, poético y casi meditativo.

Pero hacia el ecuador de la proyección ese efecto empieza a volverse saturante y uno comienza a preguntarse cuándo verá cobrar algún sentido a todo aquello. Desde ese momento, acabar de ver la película(?) se hace muy cuesta arriba, pero uno aguanta estoicamente con la esperanza de ver desvelados los misterios que se han planteado y que constituyen la base sobre la que se ha construido la historia. Pero no. Eso no llega a producirse nunca y la cara de tonto que se te queda al finalizar es monumental.

La valoración final que puedo hacer es describirla como una gran decepción. Especialmente porque, para ser un proyecto surgido de una manera tan “indie” (crowdfunding) y con tan pocos medios, se había realizado un gran trabajo técnico y podría haber salido una buena película. Pero el sinsentido del guion y la pedantería pseudopoética de sus creadores la han acabado convirtiendo en un ejemplo clásico de onanismo mental. Una lástima.

Me se olvidaba mencionar, que hace años, estaba de moda deson de pedir una limosnilla pa' montarte tu propia pelí, como desons juegos tipo Lego: móntesele uste´mismo.

En ésto, un paisa bastante avispaou va y se saca de la manga un crofundin desens pa' financiar su guión jipster to de max.

La comunidad jipster apadrinó el producto, y un fulanito de tal llamado Nicolá Alcalá cegau y egotrípico decidió esfinarse por la tocha el casi millón de euros ufannaus del crofundin desen. Total, los actores/actrices (sic) son del éste, de países tercermundistas que actuarán (sic) por un bocadillo y una coca cola. El tema es salir en una peli jipster y cool donde lo único memorable es la cantidad de paisanos pringando boniatos para que el tal Alcalá pueda mojar el finde comentando que es un director independiente, emergente, como las puntocom desans como Terra donde hasta el vecino del quinto sacó tajada especulativa.

"El Cosmonauta" es, con toda seguridad, uno de los pelotazos mejor ejecutados de toda la década. No por su calidad filmica, (deplorable e insultante) si no porque Nicolas Alcalá, como Tommy Wiseau y su engendro "The Room", (2003) son personajes egocéntricos ansiosos de una pizca de notoriedad. La película es lo de menos, lo importante es trincar el botín y espetarle a la petarda gafapasta de turno a las 3 de la madrugada que eres todo un director y que Kubrick a tu lado es una mera piltrafa.

Eso es lo que transpira "El Cosmonauta": ego, cutrez y pretenciosidad sin límites. El montaje, el guion y la ejecución parecen propios de un director porno que se ha pasado al cine convencional y que no aguanta dos segundos sin intentar meter "lo que sea" con tal de llegar al metraje mínimo exigible para tildar al "producto" de largo y poder ser estrenado en salas subvencionadas, de esas que no va ni el director a ver.

No hay argumento, no hay buenas actuaciones ni música ni nada que se le parezca. "El Cosmonauta" es simplemente el minuto de gloria de un pobre diablo que busca ser émulo de Andrei Tarkovsky pero en versión cutre.

La película cuenta la historia de un cosmonauta enviado en una misión soviética a la luna. La misión es la respuesta a la llegada a la luna por parte de los norteamericanos que habían ganado la denominada carrera espacial. A pesar de la ventaja que siempre tuvieron los rusos, en esa frenética carrera de la guerra fría, los primeros en llegar a la meta, fueron los estadounidenses, lo que dejó una profunda huella y una herida mortal en el programa espacial soviético y en el orgullo patrio. Así que, a pesar de haber perdido, los rusos proyectan llegar a la luna como intento catártico de vencer sus propios miedos. Este es el escenario de la película. Un escenario magníficamente ideado y visualmente muy atractivo. Pero la historia real, se centra en dos amigos inseparables, que se preparan toda una vida, para ser el cosmonauta que recuerden los libros de historia. El tercer elemento, es una bella mujer, de la que los dos protagonistas están enamorados. En definitiva, la película trata de un triángulo amoroso, con un escenario de ciencia ficción y misterio de fondo.
La historia está contada de modo fragmentario, con continuos saltos en el tiempo y en el “espacio”, fragmentos que van encajando poco a poco, y que nos llevan por las experiencias personales de cada uno de los protagonistas, para explicarnos el presente a través de retazos del pasado. Esa forma de contar la historia me ha gustado, le da un toque desordenado que le pega muy bien a la historia.
Visualmente la película me ha encantado, la época de los años setenta está muy bien recreada y el “mundo paralelo” desolado está logradísimo, dando una sensación de soledad y vacío muy buena. Los paisajes, la fotografía, la luz ambientan bien la historia.
Los actores y la actriz, están correctos.
Pero no todo iban a ser alabanzas. Creo que la película, al final, no está bien cerrada. Se plantean muchas dudas en el desarrollo de la historia que crees que van a ser desveladas y no es así. Tampoco es que sea imprescindible, pero a mí, me hubiera gustado un poco más de conexión entre los dos mundos, algún tipo de comunicación. Tampoco me gustó mucho el final, quizás un poco abrupto, dando la sensación de que no había de dónde sacar más ideas y había que acabar.

Para amantes de un cine distinto.
Lo mejor: el proyecto en sí mismo. Hay que creer mucho en uno mismo para lanzarse a una aventura como esta. El aspecto visual está muy cuidado y la propia historia tiene elementos muy originales.
Lo peor: un desenlace un poco improvisado. Mucha gente creía que El Cosmonauta, era una película de ciencia ficción pura y dura y se han encontrado una historia diferente, lo que probablemente explique algunas críticas que he leído por ahí.
La escena: esos edificios desiertos. La escena del tocadiscos (aunque un poco desaprovechada, podía haber sido la escena romántica de la peli).

Este cosmonauta dejará a más de uno con la boca abierta, pero solo gustará a aquellos que sean capaces de aguantar los primeros 38 minutos pegados a su asiento (cama, sofá, sillón o butaca)

La película de Nicolás Alcalá es de una belleza comparable con 2001 o El árbol de la vida, tanto a nivel de fotografía como por peso narrativo. Contada a través de tres tiempos narrativos diferentes, El Cosmonauta viene y va del video sentimiento hasta la ciencia ficción, pasando por una licencia historica que ayuda a situar este triángulo amoroso entre la luna y la antigua union soviética en plena carrera espacial.

La película cuenta con cierta irregularidad narrativa; sin duda los momentos álgidos del film se concentran en todo lo referente al viaje espacial, y pierden algo de intensidad cuando se trata de contar este triángulo amoroso previo a la partida del cosmonauta. La esencia espacial se pierde cuando la cámara solo captura sensaciones que pueden resultar muy ajenas al contrato de género que se plantea.

Aplausos para el casting, la dirección artística soberbia, y un trabajo mañoso y que creo que será referente en España a nivel de post producción de video y audio.

Aunque a muchos no les gustará, creo que es una película muy notable.

Para empezar hay que decir que la película tiene mucho mérito, aunque tiene pequeña financiación del estado, se ha conseguido poner en marcha el proyecto mediante el crowdfunding. Otra cosa es que en ningún momento se dice que estemos ante una historia real o basada en ella, por lo tanto es una película de ficción, que por supuesto no tiene nada que ver con la realidad.

Partiendo de estos puntos el director rueda una historia donde el espacio tiene su importancia, pero no es una película de ficción, sino un drama sobre las consecuencias de la pérdida de alguien, la responsabilidad o culpa por esa ausencia. Eso está mezclado con una historia paralela del astronauta desaparecido-fallecido en un planeta tierra donde no hay nadie más y que es como una crítica sobre el actual comportamiento de la sociedad en la tierra.

Siendo una película donde el momento más importante es el viaje a la luna, esas imágenes espaciales o de ficción no son nada llamativas, si las comparamos con esas superproducciones americanas y de gran presupuesto. Pero por lo contrario nos presenta unas grandes imágenes de ese planeta en donde supuestamente está el astronauta.

Lo más complicado es entender ese guión, que tiene muchas lagunas y sobre todo el montaje de algunas escenas que más que aclaratorias producen confusión. Hay que indicar que existe un corto que nos vuelve a contar el momento del viaje y nos aclara algunas de las dudas del proyecto. La película se ha estrenado en algunos cines, al mismo tiempo que está en filmin y el director ha creado una página web donde se puede ver el proyecto de forma gratuito, pero sin embargo para ver el corto hay que pagar, lo que no ha gustado a mucha gente que tengas que ver ese corto para terminar de entender la película.

La película es bastante lenta, cosa que a mí no me disgusta, pero entiendo que a mucha gente no le guste ese ritmo tan pausado.Olvidándonos de ese ultimo aspecto y considerando la película en su totalidad es muy recomendable, por su originalidad, aunque aceptando las irregularidades del guión y montaje.
Otra cosa que no entiendo es porque los protagonistas hablan inglés durante toda la película, cuando son rusos.