Llévame a la luna

Un producto sabido, poco novedoso, anunciado desde el minuto uno, pero que, aún amoldándose de forma impoluta y obediente a la ley de la mínima sorpresa, sabe elevarse por encima de la nadería bobalicona a la que hubiera ido a parar de la mano de otro cineasta con menos sentido de la evasión distinguida que el que posee Chaumeil.

Pese a recorrer medio planeta solo consigue llevarte al conformismo.
Tiene momentos cómicos bastante logrados pero son escasos mientras que su lado romántico no produce nada además de ser previsible y mil veces visto.

Guapa con guapo, guapa con simpático, ahora te quiero, ahora no, uno me organiza todo el otro es un pagafantas...

Lo único rescatable es que los actores están bien, no se hace pesada y uno o dos momentos graciosos.

Comedia romántica de corte bastante clásico, pero con una curiosa premisa: El personaje protagonista (guapísima Diane Kruger) necesita casarse y divorciarse seguidamente por una "maldición familiar" que impide ser feliz en el primer matrimonio.

El elegido es el personaje de Dany Boon, que no realiza la mejor de sus interpretaciones, bastante sobreactuado, aunque también considero que es culpa de un guión, en demasiadas ocasiones, demasiado poco realista, el clásico personaje poco agraciado, metepatas y bienintencionado.

De ahí, comedia de enredor, ella le persigue a él, él la obliga a viajar y a conocer su mundo, la consabida falta de adapación del turista a un entorno exótico, dos-tres situaciones graciosas y poco más.

Gana algo de gracia en el regreso a París y el intercambio de roles acosador-acosado, hay dos buenas escenas, aunque, repito, Dany Boon exagera tanto que casi las echa a perder.

No está mal para pasar la tarde, tiene sus golpecitos de humor, tiene amor para quien quiera, tiene a Diane Kruger, una BSO acorde y una dirección adecuada. Podían haberla hecho algo más ácida, pero es una comedia romántica "amable" y en eso se queda.

Comedia previsible y absurda.
Por las localizaciones, demasiado presupuesto para tan poca cosa.
Merece el visionado por la siempre radiante Diane Kruger. Destacar su baile a 7 minutos del final.

Agradable y pasajera comedia romántica que parte de una premisa extraña en la que la protagonista decide casarse, por primera vez, para eludir la maldición que persigue a la familia, donde todos los primeros matrimonios son un estrepitoso fracaso y ella quiere proteger su relación de hace años con el que realmente quiere casarse.

El enrevesado argumento y las extrañas creencias de la protagonista, sirven en bandeja a los responsables de la película a ofrecer todo un enredo con numerosas situaciones cómicas y divertidas que logran despertar la simpatía del espectador.

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