La casa de los espíritus

No he leído el libro, pero la película me parece buenísima. Quizá por eso no la vapuleo. Es variada en argumento y en cuanto a la evolución de los protagonistas (especialmente Jeremy Irons, si bien a veces parece José María Aznar en su caracterización), y para nada pesada. Seguramente quienes la aborrecen alegarán una inclinación maniquea, pero lo cierto es que el golpe de Estado en Chile fue así, con torturas y asesinados como en cualquier otro en el que los militares no se anduvieron con chiquitas. Esto son las dictaduras. La verdadera democracia, estar libres de bandidos y corruptos, como encarnan los políticos (igual que en la actualidad).
Todos los actores están fenomenales en sus papeles, aunque para los chilenos probablemente no encajarán al estar interpretados por hollywoodienses.
Mi nota: 8,7

Me decepcionó mucho.
Tal vez si no hubiese leído el libro, me hubiese gustado, pero así no.
Se pierde toda la magia tan característica de Allende, pero no solo la magia, también ese misticismo, simpatía, inocencia que empapan el libro y lo hacen tan fantástico.
Entiendo que es difícil realizar una adaptación cinematográfica de un libro tan magistral y largo como es la Casa de los Espíritus, pero esta no lo cumple.
Incluso hay asuntos que me disgustan bastante, como que no cambien los actores de jóvenes a adultos, simplemente los caracterizan y no queda creíble.

Esteban Trueba es un joven de posición no muy acomodada que ha base de trabajo, firmeza, constancia y también bastante tiranía logra a principios del siglo XX convertirse en un próspero terrateniente en su Chile natal.
Pero su ansia de poder es mucha y decide convertir en su esposa a la hija de una familia de muy buena posición social. Su deseo se desvanece casi al instante, pues aunque logra su objetivo, su esposa es asesinada el día de la boda. Veinte años esperara para intentar desposarse con Clara la hermana de su mujer muerta.

Voy a confesar yo no me he leído el libro, en cambio sí he leído “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez y he visto la película mexicana “Pedro Páramo” basada en la novela del mexicano Juan Rulfo. Todas ellas pertenecientes al género literario realismo mágico.

Porque cuento todo esto, porque aunque no me haya leído el libro de Isabel Allende, esta adaptación me parece en comparación con los otros bastante fría y demasiado occidentalizada.

En qué me baso, bueno pues tanto en el libro de García Márquez, como en la película de “Pedro Páramo” el hablar con los muertos es una cosa que te la presentan tan normal como hablar con la vecina, eso lo primero y además, le dan bastante importancia al hecho de comunicarse con los antepasados, en cambio en la película se pasa bastante por alto, solo en momentos puntuales y privándolo del misticismo que yo sentí al leer el libro de García Márquez y al ver la película de “Pedro Páramo”.

Y lo segundo en “Cien años de soledad” y en “Pedro Páramo” que también muestran cómo era el poder de los caciques en Hispanoamérica se le da mucha más importancia a las relaciones amorosas (por no decir otra cosa) de todos los personajes de la novela y la parte política o de crítica social está latente pero no es tan marcada.

¿Qué me ha parecido esta película en comparación de lo que he visto y leído de Hispanoamérica? Muy occidentalizada. Aquí se pone el énfasis en como Esteban Trueba consigue su fortuna, el nacimiento de los sindicatos para contrarrestar los abusos de poder de los caciques y termina en 1973 con la toma del poder de los militares y otra vez el fin de libertades.

Que sí, que muy bien. Pero la magia, el misticismo y la carnalidad están casi desaparecidos.

Por otro lado las interpretaciones.
Glenn Close y Maria Conchita Alonso, fueron las que mejor se impregnaron de ese sentir de los hispanoamericanos a mi modo de ver. Sinceramente la que más me gusto fue Glenn Close porque transmite muy bien la tortura del alma de Ferula su personaje, la hermana soltera de Esteban Trueba. Es toda pasión, carnalidad, represión. Es la que mejor manifiesta el estado de sus emociones. María Conchita Alonso es hispanoamericana a ella le sale más natural.
El resto Jeremy Irons y Merly Streep pelín sobreactuados no me los creí mucho la verdad, a él lo veía como un poco a disgusto con su personaje y a Vanessa Redgrave y Winona Ryder las hubiese situado en algún lugar de la campiña inglesa o en las calles de Boston pero nunca en Chile.

En cuanto a cuestiones técnicas está bastante bien, tiene ritmo, no se te hace pesada, está bien ambientada te traslada a principios y mediados del siglo XX, la música a cargo Hans Zimmer, un valor seguro, compositor de la banda sonora de grandes películas como “El rey León” “Gladiator”, poseedor de Oscar, Grammy, Globo de Oro, muy acertada … y si fuese una película sobre europeos o americanos yo diría que está bastante bien pero, tratándose de una película del género mágico realista y que retrata hispanoamericanos, a lo mejor estoy hablando por hablar pero yo opino que a la película le falta el alma.

Película sobresaliente por su reparto, con un elenco que brilla por su contraste. Meryl Streep contrasta con la hombría de Irons, y Glenn Close está notable con el papel de Ferula, distinto hasta los que ahora ha interpretado. Banderas y Winona tienen una gran química juntos y su historia de amor cala igual que la Irons & Close. El contexto histórico está muy bien representado y la múscia envuelve la magia de este relato de la increible Isabel Allende. La recomiendo. Saludos

Me parece que esta es una de esas películas que gustará mucho a algunos y que otros en cambio detestarán. Basada en la famosa novela homónima de Isabel Allende, se trata de una obra que se vende como feminista, progresista e inserta en el realismo mágico, género por cierto que detesto, pero que no deja de ser un dramón con un toque cursi peligroso. Por cierto, que la escritora no es hija del presidente Salvador Allende sino sobrina, aunque hay una senadora llamada también Isabel Allende que sí que lo es, de ahí la confusión. Aunque es una película con cierto estilo, cuenta con un gran reparto y un ritmo con el que no te se hace aburrido este viaje por la historia del clan de los Trueba, hay dos cosas que me molestan. La primera, la descuidada ambientación y la caracterización. Por ejemplo, no hay títulos que nos indiquen el año o el lugar en el que estamos, cosa que me irrita. Hay personajes que envejecen con normalidad, otros que lo hacen más deprisa que el resto, Clara (Meryl Streep), mientras que otros no lo hacen en absoluto, como el medio hermano de Blanca (Winona Ryder) o Tránsito (Maria Conchita Alonso), igual de lozana que desde el principio. Por otro lado, el vestuario a veces patina estrepitosamente, como se ve en Blanca, que de ningún modo va como en los años setenta.

Pese a lo dicho, lo más grave de "La casa de los espíritus" es que históricamente es una memez. Mi simpatía por el liberalismo en América (¡o en cualquier sitio!), llamado erróneamente conservadurismo, es entre cero y nada, como por cualquier otra corriente política del continente, pero eso no quita que el retrato no tenga por que ser más riguroso. Aquí lo que hacen es acumular tópicos ampliamente maniqueos al servicio de una izquierda que ha convertido el golpe militar de Pinochet en la síntesis del mal. Por supuesto, no voy a defender a este personaje, porque no lo merece, pero sí que el camino hasta 1973 no es este panfleto rosado que nos sirve Bille August, en la que los revolucionarios se enamoran, por supuesto, de la niña mimada del rico, en vez de poner bombas y asesinar, que es lo que hacían en aquel Chile. Otro dato que me enoja. Aquí el malo es el Partido Conservador pero en realidad el partido más "derechista", por llamarlo de alguna forma pues no existe la derecha o el conservadurismo en el continente, era el Partido Nacional, agrupado en la Confederación de la Democracia frente a la Unidad Popular. Pero claro poner de malos a una organización llamada "Confederación de la Democracia" hubiera quedado feo así que le ponemos "conservador" y listo. Pues muy mal hecho.