Trece días (13 días)

La verdad es que la película no está mal, merece la pena verla, quizás los primeros 145 minutos se hacen pesados pero a partir de ahí el film fluye con gran ritmo y te deja con el corazón en un puño, sobre todo cuando aparece Steven Seagal que lo borda. ¡¡Ahh que la película dura eso!! Entonces la siguiente hora y media que vi debió ser de otra película que echaban después en la 1...
En fin que está bien si tienes problemas de insomnio y la ves en la cama.

Muy buena cinta sobre política que gira en torno a una posible III Guerra Mundial tras descubrir los americanos que la Unión Soviética está poniendo en funcionamiento misiles nucleares en Cuba que podrían destruir todo Estados Unidos. Es lógico que un país, y más una superpotencia tan orgullosa como EEUU se cabree porque instalan ese tipo de misiles a las puertas de su casa, pero digo yo, entonces porqué ellos hacen lo mismo con Unión Soviética instalándolos mucho antes en Turquía? Tienen que joderse y aguantarse los rusos? En fin, pese al claro tinte patriótico de la cinta, está bastante bien dentro de éste género, del que he de decir que no es de mis favoritos precisamente. De hecho, se me ha hecho demasiado larga.

Es imposible meterse en la piel de un Presidente, que tras los sucesos que ocurren en la cinta, se ve entre mediar dialogando en la medida de lo posible con los rusos (algo difícil), darles aviso de posible ataque, o atacar directamente. Es imposible saber lo que puede sentir alguien así, que tras una decisión suya pueda iniciar una nueva Guerra Mundial, la última quizás.

Durante la segunda mitad del mes de octubre de 1962 el mundo estuvo a punto de llegar a una hecatombe nuclear, fue la crisis de los misiles de Cuba.

Una buena manera de acercarse a esta historia es la película "Trece días", del realizador Roger Donalson, con el gran actor Kevin Costner interpretando al secretario personal del presidente Kennedy y otros grandes actores, aunque menos conocidos, como Bruce Greenwod interpretando al presidente Kennedy y Steven Culp interpretando a su hermano Robert, secretario de justicia. Una excelente película histórica, naturalmente se toma varias licencias cinematográficas, omitiendo personajes y hechos importantes, pero es una película, no un documental. En cualquier caso nos sirve como una muy buena primera aproximación a los dramáticos momentos que se vivieron esos días.

Dejo un enlace al artículo que he escrito en mi blog sobre este apasionante tema. En el, además de varias ilustraciones, hay un buen número de enlaces en donde ampliar información.

http://sergitorrentsgonzalez.blogspot.com.es/2014/10/la-crisis-de-los-misiles-de-cuba_22.html

Espero que sea de vuestro interés.

Saludos.

Sergi.

Buena cinta, sobre la crisis de misiles en Cuba, entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Cuenta con la acertada interpretación de Kevin Costner y una recreación de la época notable. Se aprecia a los militares norteamericanos son una sobre reacción y un deseo de tomar acciones que bien pudieron desembocar en una conflagración global. Podemos ver la firmeza, al menos eso nos cuenta Estados Unidos, de John F. Kennedy de ser más bien cauto a la hora de tomar medidas contra una sospecha basada, en principio, tan solo en unas fotos.

Todos los grandes acontecimientos históricos como este deberían tener su película para que el gran público pueda tener conocimiento de ello, porque el cine llega a más gente que los documentales.
La crisis de los misiles de Cuba es el momento de la guerra fría en el que más cerca estuvo la especie humana de la destrucción nuclear, y cuya gestión constituye el mayor éxito del gobierno de Kennedy, desde mi modesto punto de vista.
Aunque Kevin Costner goza de más popularidad, aquí el que lleva el peso de la narración es Bruce Greenwood como JFK. Su trabajo transmite una gran tensión por el peso que llevaba a hombros, sin dejar de parecer en ocasiones un simple ser humano que tenía la mayor responsabilidad del mundo.
La película se centra casi todo el rato en la Casa Blanca y en la política de despacho. Aun así, consigue que, incluso sabiendo cómo terminó, nos contagiemos un poco del nerviosismo y el mal rollo que se vivió en aquellos nefastos trece días. Toda esta tensión previa al fin del mundo es el elemento que flotaba en el ambiente y que la película plasma muy bien.
En su contra, tiene una duración excesiva (aunque necesaria para contar todos los hechos) que al ser además un relato eminentemente político, deriva en un resultado un poco pesado de ver. Por muy trascendente que sea la historia y lo bien que lo hagan los actores, desde luego yo me pensaría bastante revisionarla teniendo en cuenta que dura dos horas y media y que básicamente lo único que hacen en ella es hablar.
Con todo, no deja de ser una película bien hecha y que tiene que existir.