La pasión de Cristo

Esta película en su conjunto es floja, si nos pudiesemos olvidar de las connotaciones histórico-religiosas, la película es un bodrio insufrible. Históricamente es mala, pues no se han descrito transfusiones sanguíneas en el siglo 1, y este personaje pierde al menos 25 litros de sangre; por lo que indudablemente debió ser transfundido camino del calvario. Si disfrutas con el Gore, igual te mola.

Esto es como una película PORNOGRAFICA. Punto. Una exposición de carnaza gratuita que ya uno se imagina al leer el evangelio o cualquier referencia de la pasión. Creo que en la figura de Cristo lo bonito y chulo es su mensaje, no el "cómo".

Cierto es que si suprimimos del metraje los planos de sadismo extremo nos quedamos con unos escasos 20 o 25 minutos de trama divididos en fragmentos de dos tipos:
Tipo 1: Fragmentos de entre uno y dos minutos en los que se da el hilo argumental que Mel Gibson ha creído suficiente para que uno no se pierda entre tortura y más tortura.
Tipo 2: Flashbacks de entre treinta y cuarenta segundos entre los que están la última cena, el recibimiento del pueblo a Cristo con las palmas, Jesús orando en el monte Sinaí y poco más.
No es una película en la que se transmitan enseñanzas cristianas o pasajes bíblicos, el 80% de la película se centra en la tortura física a Cristo y sobre esto, se centra en la saña de los judíos y los romanos cebándose con él con innumerables contraplanos de romanos sedientos de más y más sangre.
Parece que Mel sólo ha puesto fragmentos de medio minuto de los pasajes más relevantes de la Biblia para que no le digan que su película esta completamente desvinculada del cristianismo.
Y es que si no fuese Jesús de Nazaret el que está sufriendo todas las torturas, todos estaríamos de acuerdo en incluir esta película de lleno en el género gore.

Me parece lógico que ésta película haya escandalizado a quienes tienen un sentido de la justicia bien definido. Todo el mundo considera que el tormento de Cristo fue injusto, pero nadie se había atrevido a filmarlo con la crudeza que lo ha hecho Gibson. Crudeza real, por cierto (dejando aparte la escena del azotamiento, que me pareció exagerada al presentar a Cristo como un masoca y a los romanos como unos soldados arbitrarios e indisciplinados, el único patinazo argumental del filme), pero necesaria para tocar la fibra de creyentes y no creyentes para los que ser cristiano significa ir a la iglesia en bautizos, bodas, y funerales... su fundador hizo mucho más que eso por servir y agradar a Dios.
Gibson por primera vez nos presenta un Jesús humano!!! que juega y bromea y abraza a su madre... algo imposible de encontrar en las versiones anteriores. Pero que es totalmente admisible con la personalidad de nuestro Redentor, el cuál no murió en un lienzo artístico, sino clavado como un animal tras sufrir incontables tormentos en su fuerte cuerpo perfecto.
En un mundo de descreimiento, egoísmo y ensalzamiento de los valores sensuales y materiales, ésta película es como una cachetada a la falta de amor y de abnegación de la mayoría de la humanidad. Es lógico que algunos la tachen de sucia, aburridísima, horrible y fanática e intolerante y todos los epítetos quieran ponerle. Porque el sacrificio de Jesús los está juzgando en su vidas bien pagadas y vacías de ética y entrega moral.
Cuando una lágrima de Dios cae del cielo el mundo entero se estremece.
Cuando un ser humano sufre y muere, ya sea que se llame Jesús, sea un niño de Africa, un enfermo de Sida o un mendigo miserable, si Nadie, Ninguno, hemos hecho nada por querer y ayudar a esa persona, Dios se estremece por nuestra indiferencia.
Ese fué el mensaje que Cristo nos dió, para creyentes y no creyentes. Y nadie puede atreverse a afirmar que Mel Gibson no haya sabido transmitirnoslo...

Al margen de polémicas más o menos interesadas y absurdas, lo primero que se debe decir de la película de Mel Gibson es que se trata de una obra estupendamente filmada y con una calidad formal muy destacable. Pero no se puede obviar que una película de estas características es analizable desde muchos más puntos de vista que el simplemente visual.

'La pasión de Cristo' es la película de un cristiano convencido, y esto es algo que beneficia a un trabajo que basa gran parte de su eficacia en transmitir emociones (si éstas son intensamente vividas por el autor, mejor conseguirá transmitirlas al público), aunque en su afán por mostrarse tan explícitamente realista puede obtener el efecto contrario en los espectadores más sensibles a la violencia mostrada en la pantalla. Y es que esta "pasión de Gibson" ofrece un auténtico muestrario de la crueldad humana, al representar gráficamente el suplicio vivido por Cristo incluyendo escenas sobrecogedoras que incluyen desgarramientos de la carne.