Hombres de honor

Uno ve que esto es una película de buzos y se escama. Con cosas así, da la sensación de que en Hollywood son capaces de hacer films de cualquier tema y convertirlos en una tediosa exaltación épica del patriotismo.
Pues resulta que no. No solo no es aburrida, sino que hasta es buena.
Basada en hechos reales, nos cuenta la historia de un negro luchando contra el racismo en el ejército estadounidense a mediados del siglo XX.
Todos estaban en su contra, pero él se empeñaba en su superación personal y en callar a sus compañeros y superiores, que no daban nada por él solamente por el hecho de ser de color.
Teniendo a Cuba Gooding jr. y a Robert de Niro antes de que sus respectivas carreras decayeran, empezamos bien. Ambos actores realizan un buen trabajo, sobre todo el segundo, en su papel de instructor despiadado. Es el típico oficial militar que hace sufrir a sus reclutas para sacar lo mejor de ellos a base de un entrenamiento cruel.
La habitual exaltación del orgullo estadounidense no está tan presente como en otros títulos castrenses. Me llama la atención que en una simple escena del protagonista en su habitación, a través de la ventana aparece la bandera de barras y estrellas. Pero a pesar de eso, no nos machacan con lo buenos que son. Aquí lo que importa es la historia personal de este buzo de la marina.
La escena del bar es intensa, pero ¿en qué clase de local hay dos escafandras colgadas del techo y que se pueden llenar de agua? A la película le viene de lujo, aunque esto no hay quien se lo crea. Sería más verosímil que en vez de agua cayera cerveza, digo yo.
Cuando acaba la fase de entrenamiento, la película flojea un poco antes de que llegue el último tramo. Ahí se vuelve más dramática y terminaremos alabando el buen trabajo de Cuba Gooding jr. Es una pena que este actor (y su compañero de reparto también) se encuentren hoy en día hundidos en bodrios de escasa calidad.

Basado (con más fidedignidad que la mayor parte de largometrajes biográficos hollywoodienses) en la vida militar de Carl Brashear (Cuba Gooding Jr.) nos llegó en el año 2000 este biopic dramático sobre este buzo de la marina estadounidense que no cejó en su empeño de ser oficial jefe, a pesar de alistarse en los años 40 rodeado de compañeros y gerifaltes racistas. Sin ser una cinta bélica que traspase géneros y toque todas las dimensiones humanas (desde el humor hasta los dramas más íntimos) y aventureras a lo "Salvar al soldado Ryan" (1998), la cinta nos lleva por dramas incisivos y aventuras submarinas con mucho tino. No un tino completo, ya que se estira con situaciones algo redundantes y planos mantenidos de forma exagerada en su última tercio, sin embargo la tónica habitual del largo es una narración nervuda.

Cargada de momentos de tensión submarina, arrojo digno y beligerante, y ofensas injustas y absurdas que indignarán al espectador con dos dedos de frente, "Hombres de honor" nos sumerge (nunca mejor dicho) en las desventuras de este protagonistas y sus relaciones con los personajes que deambulan por la cinta. Y lo hace a pesar de que hay puntos en los que la tortura y la parcialidad de sus situaciones se exageran (sin llegar al melodrama pomposo más propio de una telenovela turca) en pos de otorgar más emoción e impacto en el espectador... y el caso es que lo consigue. Pues estamos ante un film que sabe medir sus momentos en líneas generales tanto a nivel de libreto como a nivel de tempo en la realización. Las adversidades con las que se topa Brashear no pierden la armonía entre credibilidad (no es difícil imaginar que todo ello se dio (Brashear sigue ahí para atestiguarlo y nadie le ha contradicho) teniendo en cuenta la época y el lugar en los que se sitúa el film) y pujanza, por lo que su sucesión evolutiva casi siempre capta el interés y el sentimiento de la audiencia.

Una audiencia que puede en pequeños puntos bajar la guardia dado que a priori el film se sostiene en tópicos (que va desarrollando y puliendo, eso sí. Y para muestra el villano encarnado con solidez por Robert DeNiro que se nos va descubriendo con unas curiosas firmezas en su carácter. Y no deja por ello de ser un villano asqueante) y dado el corte clásico de su realización. Sin embargo esos retales en los que "Hombres de honor" baja la guardia y evidencia su instantes menos esforzados (la peor parte se la lleva ese tercer tercio más desganado y el anecdótico personaje de Charlize Theron) acaban siendo meros detalles sin tener apenas en cuenta en un largo que por norma general se va elaborando con astucia y se interpreta con robustez y honestidad (Gooding Jr. realiza una labor notable (que no sobresaliente) en un rol más comedido que su culmen en "Jerry Maguire" (1996)... pero igual de franco y cercano. Mientras que DeNiro dota a su rudo y cruel sociópata una desfachatez repugnante a la par que un halo enigmático muy potente) incluso en los secundarios más pasajeros... a excepción de una Theron que poco puede hacer ante un papel tan maniqueo.

Al poderío de su desarrollo argumental se suma un diseño de producción excelso, con una ambientación logradísima (un diez al vestuario de buceo ya anacrónico. Pero los escenarios exteriores e interiores de navíos no le van a la zaga). Mientras que la dirección de George Tillman Jr. ("Soul Food" (1997), "Notorius" (2009)) tan solo puede calificarse de correcta (hay en el film mucho plano/contraplano con poco sagacidad de que aportar), pues en puntos la edición es dinámica y en otros un tanto parsimoniosa. Digamos que Tillman Jr. se luce más en la dirección de actores que en sus encuadres. Y la banda sonora es la típica pomposa pero nada original en este tipo de relatos de esfuerzo y tenacidad hasta la superación personal.

En definitiva, no estamos ante un biopic ficcionalizado de la amplitud argumental de "Braveheart" (1995) o "La vida en rosa" (2007), ni ante una épica bélica con las cotas de espectáculo y diversidad de "Salvar al soldado Ryan", "Senderos de gloria" (1957) o "Apocalipsis Now" (1979). Pero sí estamos ante un largo íntegro y ardoroso muy rescatable y recomendable no solo como pasatiempo sino como un producto ilustrador y emotivo (que no sensiblero). "Hombres de honor" me ha sorprendido gratamente aun no esperando nada de él y no siendo el género de las tropas de los ejércitos mi predilecto. Como biopic (y sin llegar a la altura de cintas como "Ray" (2004), "Dallas Buyers Club" (2013), "Invictus" (2009), "American Gangster" (2007) o "Cuestión de justicia" (2020)) se me pone al nada deleznable nivel de "American History X" (1998), "Patch Adams" (1998), "Descubriendo Nunca Jamás" (2004), "La chica danesa" (2015) o "127 horas" (2010). Y como película bélica está en el corte de "K-19" (2002), "Pearl Harbor" (2001) o "Caballo de batalla" (2011). Desde luego mejor que "Banderas de nuestros padres" (2006) o "Battleship" (2012) sí es.

Lo mejor: Diría que su guion (que no es perfecto, pero sí muy decente y vehemente).
Lo peor: Su realización de planos cerrados mantenidos en sus secuencias finales.

Historia de superación verídica. Un argumento que nunca falla. Este tipo de historias siempre resultan inspiracionales y emocionales para el público. Con lo cual se puede decir que es como una pequeña mina de oro para la industria cinematográfica, que es consciente de que es difícil no lograr buenos resultados de taquilla con esta temática. Ahora bien, que nunca falle a nivel económico, no quiere decir que sus resultados sean siempre buenos a nivel artístico.

"Hombres de honor", siendo una película que se puede calificar como buena, se queda lejos de otros filmes que tratan el mismo tema de la superación, como "Forrest Gump" o "100 metros". Se trata de una cinta bastante plana al sustentarse en las ideas del valor, el honor y la patria, que pueden tener mucho atractivo dentro de una esfera nacional estadounidense, pero que fuera de ahí, pierden bastante peso. La figura que se sale de este planteamiento simplista es Robert de Niro, con un papel complejo y rebelde que solventa con una interpretación bastante buena.

La película trata de solventar ese simplismo introduciendo otros temas más atractivos para el público general, como son el racismo y la dureza interna sin sentido del ejército. Pero no se profundiza o no se pone el foco en estos temas, apareciendo como meros acompañantes de la historia.

En definitiva, se trata de una entretenida película para pasar una tarde, con la que quizás se le pueda escapar alguna lágrima al espectador, pero que no alcanza a tener la repercusión que sí pudo tener la historia que representa en su momento.

Es increíble que, recién después de 24 años, me encuentre haciendo una ¿Crítica? a esta verdadera joya de principios del nuevo milenio.

Una historia intensa, emocionante y conmovedora prácticamente desde el inicio, contando la historia del primer afroamericano en la Marina estadounidense al llegar al rango de Maestro de Buceo: Carl Brashear, interpretado por un más que notable Cuba Gooding Jr.

Además de un Robert De Niro del que sobra decir algo, realmente. Y una Charlize Theron que empezaba a demostrar sus dotes de gran actriz, aunque en esta ocasión tiene pocas escenas, pero son las justas y necesarias.

Sin dudas que el binomio De Niro-Gooding Jr. es el lleva adelante esta gran película, mostrándonos el clásico escenario del instructor militar abusivo con el recién llegado chico del campo, pero que en realidad siempre supo que tenía algo más que el resto. Y que luego termina convirtiéndose, casi inesperadamente, en su mentor y su más grande consejero, para poder hacer sus sueños realidad.

¿Cómo Cuba Gooding Jr. no ganó su segundo Óscar por esta titánica performance? La verdad que no lo entiendo. Lo tenía más que merecido (ni siquiera fue nominado, eso es lo más loco).

En resumen, es una película realmente notable. Increíblemente no es tan recordada hoy en día, incluso siendo una de las mejores de la carrera de sus intérpretes. Pero es inevitable disfrutar cada vez que uno la vuelve a ver.

Sigue sorprendiendo, o me sigue sorprendiendo a mí, el predicamento de estas películas en que un paria de la tierra -corazón de oro y padres humildísimos- alcanza la cima de la montaña a base de coraje y honor y encajando, por el camino, la inquina de los compañeros, la mala baba de los mandamases y la ojeriza de los circunstantes. Por regla general, además, no falta tampoco en la plasmación de estas historias la novia casi indómita, una novia que, con el correr del metraje, devenirá indefectiblente en alma gemela pinturera y amorosa. ¿Es que, voto a tal, habita por entre los rincones de esta Santa Casa el que no se ve capaz de escribir el guión de una historia de la misma especie con un error de +/- cinco palabras con respecto a lo estipulado por la academia? ¿Existe aquel, válgame el cielo, no dotado por la madre Naturaleza para intuir lo que, en una cinta como la de George Tillman Jr, va a acontecer a la vuelta de la esquina? En fin...
Les va a encantar, HOMBRES DE HONOR, a todos los que no vieron La naranja mecánica, Oficial y caballero, o El sargento del hierro, por ejemplo, y, desde luego, a todos los amantísimos, y amantísimas, de los militares que saludan mucho a sus superiores sin gorritas de por medio.