Matrix

Resulta fácil ver una película y recurrir a la pataleta. Muchos eruditos se retuercen si les dices que no te gusta Blade Runner o que crees que que 2001 de Kubrick es una película tediosa y pretenciosa y, sin embargo, desprecian otras películas de ciencia ficción por considerarlas un mero espectáculo visual. Pero más allá de la historia, de la variedad de recursos aplicados por las Wachowski y de las escenas de acción poco creíbles, está la idea. Y la idea es la de una realidad configurada por ordenador y la de gente que vive un sueño eterno al tiempo que sirve de combustible a unas máquinas que dominan el mundo ¿Descabellado? Sigue tomando la pastilla azul.

“Matrix” adentra al cine en el futuro, literalmente, pues es una de esas películas rompedoras que inauguran nuevas eras. “Matrix” estrena una nueva estrofa en la ciencia ficción, supone un nuevo mundo para las escenas de acción con su innovadora manera de presentar tales secuencias; deteniendo el tiempo, acelerándolo, distorsionándolo, sometiéndolo al capricho de sus realizadoras con un realismo hasta entonces inconcebible, y que resulta fastuoso, fascinador, para el espectador; y a la vez es una vieja y clásica película de Kung-fu a la que se le nota demasiado la influencia del cine hongkonés.

Su relato tiene suficiente aliciente, al menos hasta que deja de sorprender, como para no perdérsela; si a esto le añadimos el prodigio de la perfecta conjunción del talento y la tecnología, da cómo resultado una película que, a mi modesto entender, permanecerá como un hito en la Historia de la ciencia ficción, y que fue un empujón para las artes mecánicas y técnicas del séptimo arte.

A pesar de ser una cinta en la que predomina su tremenda fortaleza visual tiene un guión coherente y bien definido aunque no consigue finalizar la historia de una forma redonda quizá debido al desinterés por cerrarla, para dejarla abierta hacia unas secuelas que a mi juicio no hacen sino redundar en un argumento que por manido termina por cansar, nuevos episodios que no aportan nada significativo ni innovador tanto en el plano creativo cómo en el tecnológico y que sólo son epílogos alargados, según mi juicio. Claro que esto siempre fue la tentación de todo autor, la de conducir su relato hasta el infinito y diferir el difícil momento de concluirlo acertadamente. Lo cual me reencuentra con aquellas narraciones esféricas y finitas aun cuando el final se percibiese ciertamente subrepticio, dejando sus dudas a la interpretación del espectador; sin necesidad de aclaraciones ni de continuaciones.

Matrix (1999).

“Matrix es un mundo imaginario generado por ordenador construido para mantenernos bajo control.”
A finales del pasado siglo, los hermanos Wachowski sorprendían al mundo del celuloide con esta obra maestra del cine fantástico y de ciencia ficción premiada con 4 Oscar, incluyendo dos a los efectos especiales, arrebatándoselos al Episodio I de "Star Wars”.

“Tú eres el elegido, Neo.”
Aunque ya se había hecho un hueco en Hollywood con cintas como "Le Llaman Bodhi" o "Dracula", Keanu Reeves disparó su caché con este fascinante thriller futurista en el que compartió cartel con la atractiva Carrie-Anne Moss, el todo-terreno Larry Fishburne y el anglo-australiano nacido en Nigeria Hugo Weaving.

“Los humanos son una enfermedad. Son el cáncer* de este planeta, y nosotros somos la cura.”
La primera de las tres partes que se estrenaron -a falta de una cuarta que veremos a partir de diciembre de este año 2021- nos presentaba un futuro dominado por las máquinas donde el hombre proporcionaba la energía que aquellas precisaban, ‘ umergidos' en un presente ficticio que no era más que un programa informático llamado Matrix.
*Lo que ya imaginábamos sobre el ser humano y que hoy se ha comprobado con el irremediable cambio climático, se atisbaba ya en la obra de los Wachowski.

Interpretaciones, coreografías, efectos visuales y vestuario aparte, el filme de dos horas y diez de metraje dispone de una excelente banda sonora con música electrónica y metal de grupos como Massive Atack, Rob Zombie, Prodigy y Marilyn Manson, muy adecuados a las asombrosas escenas de acción que pueden disfrutarse de principio a fin de esta gran película filmada en Sidney, Australia.

Raúl Cabral.
Puntuación personal: 8
https://www.filmaffinity.com/es/film932476.html

"Estoy tratando de liberar tu mente, Neo. Pero solo puedo mostrarte la puerta. Eres tú quien tiene que atravesarla."

Un antes y un después en el género de la ciencia ficción. Acabo de verla en IMAX, y me resulta prácticamente imposible hablar mal de esta película, a pesar de que no soy un gran fan del género. La experiencia cinematográfica que tuve se sintió como asistir a un festival de VFX, pero todo condensado en una narrativa que te sumerge en este mundo creado por las Wachowski.

Esta película, increíble en su forma y contenido, y con una elegancia sumamente bizarra, profundiza en una poderosa crítica al establishment, a los límites de nuestra mente y a la transformación de nuestro ser.

Al salir del cine, no puedo evitar preguntarme, '¿Qué es real?'.

Grabación de una Conversación entre Larry & Andy Wachowski a las 13:30 pm, 1998. Día y mes clasificados.
-Oye, ¿qué te parece marcar un antes y un después en la ciencia ficción?
-Bueno, ¿qué propones?
-Sencillo. Una película.
-¿Sobre qué?
-Ni idea, pero tiene que ser de acción, la embadurnamos con información pseudofilosófica, nos metemos el mito de la caverna, nos centramos en el tema de programas de ordenador que para eso nos gustan, y le ponemos unos efectos especiales chulos; vistos de los ochenta, con movimientos a cámara lenta y hombres de negro.
-Es buena idea. Seguro que la gente cuando salga del cine pensará "es una peli de acción, mola; pero profunda" y les comemos la cabeza con un pastiche de subargumentos y diálogos ininteligibles y con escenas rápidas y confusas.
-Así creerán que somos unos genios y que no están a la altura de entender nuestra filosofía barata. Incluso nos la vuelven de culto.
-Claro.
-Vas pillando la idea.
-¿Y quién pone la pasta?
-...
¡CLick! (Fin de la grabación)