Bajo sospecha

Interesante intriga judicial potenciada por su atractivo reparto que sin embargo se ve lastrada por su confuso final.

El duelo entre Freeman y Hackman se salda en tablas. Mónica Bellucci está impresionante en todos los sentidos.

Lo que parecía un simple trámite burocrático entre dos colegas se transforma en un duro interrogatorio en el que su protagonista acaba convirtiéndose en el principal acusado del asesinato de dos adolescentes.

Sabía que cuando Gene Hackman se retirase del cine le extrañaríamos muchísimo. De esos actores que, aun apareciendo en un blockbuster, daban el cien por cien y buscaban sacar la mejor interpretación posible.

En la excelente ‘Bajo Sospecha’ asistimos a un thriller policíaco, una investigación en torno a un asesinato y el continuo interrogatorio que lleva a cabo la pareja de detectives con el fin de esclarecer lo ocurrido. Citando el título, bajo sospecha está el matrimonio formado por el extraño Hackman y la bella Bellucci.

Mientras algún toque de humor negro se deja caer por el film, el espectador disfruta del magnífico duelo interpretativo que propone el director con Hackman y Freeman, policía y acusado, ambos soberbios marcando el desgaste físico y mental de la investigación. Me atrevería a destacar también a Thomas Jane, como el joven policía compañero de Freeman. Donde más luce el film es cuando se mete en los entresijos del matrimonio sospechoso y cuando el personaje de Monica Belucci cobra mayor importancia.

La tensión no decae en ningún momento y, lo que es más importante de todo, tiene un final que te hará pensar una y otra vez en él, nos preguntaremos qué rayos ha pasado y nos daremos cuenta de que nada es lo que parece.

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Remake de una pelicula francesa con el gran Lino Ventura, aquí los personajes antagónicos son Morgan Freeman como el inspector de policía y el acusado el genial Gene Hackman. Así ésta, casi obra teatral, se desarrollará gran parte de su metraje en una comisaría, en donde lo que iba a ser un interrogatorio de rutina a un prominente abogado sobre la violación y asesinato de dos niñas, culmina en una interminable noche de cosas oscuras. También hay personajes secundarios que aportan lo suyo sumando, más dudas que certezas, como la enigmática y sufrida esposa a cargo de Monica Bellucci y el irascible detective Thomas Jane. Poco a poco van cambiando los roles y las situaciones comenzando con ironías, pasando por vacilaciones y terminando en un mar de dudas y sospechas. De más está decir que los dos actores principales están acordes a sus pergaminos y por supuesto dan rienda suelta a su histrionismo y versatilidad actoral, sobre todo Hackman, que es capaz de pasar en un segundo de la ironía a la redención. En síntesis es un film digno de ver cuyo valor agregado está dado especialmente por sus protagonistas.

Una película con los nombres de Gene Hackman y Morgan Freeman siempre es un acicate para ver en que anduvieron metidos, aunque ese filme no estuviera muy premiado y haya pasado un poco desapercibido ante otros mejores largometrajes que ambos han protagonizado. Tener a Monica Bellucci (si existe Dios, ella es una prueba fehaciente) también pone de su parte. Pero no he venido a hablar, no exclusivamente, de ella.

Para mi ignorancia, no sabía que 'Bajo sospecha' estaba basada en un libro titulado 'Brainwash' (escrito por John Wainwright) y, a su vez, es un remake de un filme francés llamado 'Arresto preventivo', de 1981 protagonizado por Lino Ventura y Romy Schneider; así que me saltaré comparaciones con los otros materiales porque hasta ahora desconocía la existencia de ambas.

Una cosa que hace muy bien el filme de Stephen Hopkins es el manejo de la tensión. En un principio parecía ser un encuentro casual entre el capitán de policía Victor Benezet (Freeman) y el abogado Henry Hearst (Gene Hackman) para una simple aclaración del testimonio de este último y pasa de ser de testigo a investigado porque sus testimonios tienen más agujeros que la pared de la casa del presentador de Bricomanía. A partir de ahí, se irán revelando cada vez más cosas hasta que se llega al giro de guion final, la cual es una buena idea teórica, pero en la práctica está mal ejecutada ya que resulta algo confusa. Viendo, eso sí, el título del libro en el que se basa quizás se pueda sacar algo más en claro.

El trío Hackman/Freeman/Bellucci no decepciona. En el caso de ellos dos les avalan 3 premios Oscar (si bien Freeman aún tenía pendiente de ganar el suyo en el momento del estreno de esta película) y cantidad de películas que tienen su hueco en la centenaria historia del cine que no necesitan presentación a estas alturas. Aquí no realizan las interpretaciones cumbre de sus respectivas carreras, pero sí son lo suficiente para que esta cinta gane enteros. Monica Bellucci por su parte tiene una presencia en pantalla del que es muy complicado no fijarse con un poco de sangre que tengas en las venas y aquí se saca partido a su evidente belleza física y voluptuosidad; no hay que perder de vista que Bellucci también es una buena actriz con una carrera bastante respetable, cosa que demuestra interpretando a la esposa del personaje de Hackman (en la que se vio el actor de 'Superman') teniendo algunas escenas meritorias separadas de su rol de mujer florero.

Una película, la que ocupa esta reseña, que no está mal como thriller de intriga y que no permite un momento de respiro. No demuestra tampoco contundentes argumentos cinematográficos, pero sí los suficientes para no girar el pulgar hacia abajo.

Realización plana, argumento manido, resolución previsible: hay películas cuya vulgaridad debería condenarlas, sin remisión de pena, a pases televisivos en horas intempestivas, sin más opciones. Pero, claro está, no todo subproducto de esta laya cuenta con el lujo asiático de contar en su reparto con dos superestrellas del calibre de Gene Hackman y Morgan Freeman -acompañados, además, por un florero de refulgente belleza, como es Monica Bellucci: otras actuarán mejor, indudablemente, pero no lucirán más...-, dos actores de inmenso talento que, aquí, desperdician tiempo y dedicación al servicio de algo que no podría remontar el vuelo ni con el más denodado de sus esfuerzos (y tampoco es el caso, por otro lado...). Productos como éste se benefician, injustamente, del tirón de sus protagonistas, pero ¿cuántas veces no fue esto de tal manera a lo largo de la historia del cine...?