Coriolanus

"Coriolanus" es la enésima adaptación de Shakespeare que tenía pendiente en el cajón. Tras verla, la historia y opinión:

En un futuro/presente distópico (como ya se pudo ver en "Titus" de Julie Taymor), un oficial del ejército, un héroe de guerra, es forzado a llevar un cargo como político en el senado de una ficticia "Roma". El protagonista, Cayo Marcio (Fiennes), se debate entre la familia, el honor y su propia moral.
Muestra el comienzo desde el ensalzamiento como máximo representarte militar hasta el exilio y su lucha interna entre si combatir por sus ideales o unirse al bando que durante tanto tiempo ha perseguido.

Fiennes acierta en trasladar la acción al exterior, a la calle. La seguimos llamando Roma, pero lo que vemos nos remite a las tierras de la antigua Yugoslavia. ¿Quizá que el conflicto balcánico coincidiera cronológicamente con la primera toma de contacto del intérprete con su personaje haya sido el principal motor de la presente puesta en escena? Más que probable. El senado ha sido encarcelado en un plató televisivo y todo el largometraje está formateado como si de una crónica de guerra se tratara, como de un especial televisado, un reportaje repartido en las distintas crónicas y noticias en que se divide un telediario. Y una vez más, resulta efectiva y a momentos hipnótica la propuesta del realizador y me parece muy hábil desde un punto de vista argumental a la par que original.
La guerra desde la CNN.

Esta obra ya fue llevada a cabo por Fiennes en el teatro desde hace bastante tiempo y se vé que cumplió su peculiar lucha de llevarla a la gran pantalla, teniendo que superar las barreras ejecutivas de las productoras.
Obviamente pasó sin pena ni gloria por las salas, pero me pareció una adaptación muy correcta llevada a los tiempos que corren (sin ánimo de caer en la demagogia ni propaganda política)

Parece que fue ayer cuando la mirada de Ralph Fiennes nos heló la sangre por primera vez interpretando al comandante Amon Goeth en La lista de Schindler. Han pasado ya más de veinte años desde entonces y Fiennes ha demostrado una versatilidad como actor a prueba de bombas. Ha sido, sobre todo, héroe romántico, también héroe de acción en alguna ocasión, ha sido incluso el malo por excelencia de la saga Harry Potter, y será el próximo M de la saga Bond. Por no hablar de una carrera teatral que le ha llevado de los escenarios de Nueva York a los de Londres donde ha trabajado en varias ocasiones con la Royal Shakespeare Company.
Tras una carrera tan intensa es habitual que algunos actores decidan dar el salto a la dirección, y Ralph Fiennes no ha sido una excepción en esto. Hace tres años estrenó su ópera prima como realizador, Coriolanus, una película basada en la tragedia que Shakespeare publicó en 1607 entorno a la figura del general romano Cayo Marcio Coriolano, y el destierro al que fue condenado tras enfrentarse al pueblo de Roma, cuando este decidió no apoyarle en sus dudosos métodos de ascender en su carrera política.
Claro que la cosa no podía ser así de sencilla, una simple adaptación y ya. No. El guion del americano John Logan (Un domingo cualquiera, Gladiator, El aviador) traslada la acción a una época más o menos contemporánea y la envuelve en una aparatosidad más propia de las películas que aparecen en el paréntesis anterior que de una obra de Shakespeare. Así los diálogos más intensos que la vida se mezclan con el ruido de los disparos, y el azul de los uniformes castrenses se tiñe de rojo con la sangre que salpica la pantalla. Y Ralph Fiennes, en su labor como director, se deja llevar por la escasa sutileza mostrada por el guionista (las escenas de la masa popular son de lo peor), y traslada a la pantalla una historia en la que el ruido y la furia se imponen a la fuerza dramática de un relato que queda minimizado por el barullo que lo rodea.
Obviamente no hay que dramatizar, no todo en Coriolanus son malas noticias. Si nos abstraemos del origen shakespereariano de la obra y la vemos como un producción de acción con trasfondo, la cosa no funciona mal. Si a eso le añadimos la solvencia interpretativa de Brian Cox, Vanessa Redgrave (lo mejor de la película) o el propio Fiennes (bastante contagiado por los excesos del guion) la cosa se hace, cuando menos, vistosa y bastante soportable. Pena que maravillosa Jessica Chastain no brille en esta película como lo ha hecho en todas las demás que ha interpretado. Será que la sombra de la Redgrave, con la que comparte casi todos los planos, lo abarca casi todo.
Ralph Fiennes ha dirigido una segunda película tras esta, con el escritor Charles Dickens como protagonista de la historia. Parece ser que bastante más sutil y delicada que esta. Habrá que comprobarlo. Coriolanus es bastante discutible pero la capacidad de Fiennes como director creo que puede ser notable.

"- Marcio se ha unido a los volscos. Es su Dios.
- Los dirige como a niños que persiguen mariposas o matan moscas".

Curiosa, ambiciosa, valiente y al final no completamente convincente adaptación moderna de la obra del inmortal William Shakespeare.

Fiennes aborda el drama bélico dejando los nombres primigenios tanto de los diversos personajes como de los lugares donde tienen lugar los acontecimientos, pero a la manera de crónica político-bélico-social, de la Guerra de los Balcanes (toda su puesta en escena como exteriores remiten la sangrienta e inhumana que allí tuvo lugar no hace tanto tiempo).
El resultado final es de manifiesta irregularidad, pero en lo que a mí concierne, sí muy respetable, entretenida e interesante.
Va de menos a más y tras un primer tercio, necesario para tomar consciencia de la historia, con todos sus recovecos, se eleva la tensión dramática, los diálogos son más lacerantes:

"Tiene tanta piedad como leche un tigre macho".

las escenas con conflicto humano llegan al corazón del espectador. Así, las escenas en la que la gran y aquí simplemente soberbia Vanessa Redgrave, es la protagonista absoluta, son de tal potencia y vehemencia que ponen los pelos como escarpias.
El final, duro e inclemente, aunque se ve venir, cierra de forma inequívoca un filme que no deja indiferente y ayuda a reflexionar sobre no pocas ideas que se transmiten en esta, creo, buena cinta.
Muy buena banda sonora de Ilan Eshkeri.

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Idea sugestiva, atrayente, resultado algo más mediocre. Un texto clásico de Shakespeare situado en la actualidad. Un militar que cae en desgracia y abandona la ciudad y el país para unirse a los enemigos de la patria. Luego, cuando patrocina una paz entre enemigos irreconciliables es asesinado por los que antes era enemigos.
No es mala idea, pero no queda bien, se hace raro llamar "romano" a un militar actual, con fusil y casco, ataviado con todo el equipo de campaña.
Me ha gustado más su enemigo, interpretado por Gerard Butler, que el propio Coriolanus interpretado por Ralph Fiennes. Queda mejor, más "romano".
El resto está bien.
Lo que no queda claro es si sigue fielmente el texto clásico o si es una interpretación muy libre. Parece que, al menos en el trama esencial, realiza un seguimiento bastante lineal del texto clásico. En todo caso debe reconocérsele el mérito de intentar algo nuevo, novedoso,

Estoy muy de acuerdo con otras críticas en que el lenguaje antiguo utilizado en esta película desmerece mucho el entretenimiento, sobre todo al principio, hasta que logras acostumbrarte.

Luego ves la lucha de poder entre los políticos y ya no se si estás en la Roma antigua declamando o en la moderna impecablemente trajeado.

Cierto es que hay fuerza en la actuación que transmite sentimiento.

Luego ves la lucha más sangrienta por el poder militar.

Pero lo más extraño es ese poder maternal más difícil de clasificar o de explicar.

Pero al final pienso que nada me ha dejado buenas sensaciones. ¿El poder no deja buenas sensaciones?