El mensajero del miedo

Pues sí, pasamos de “El candidato de Manchurian” a “El mensajero del miedo”. No solo lo cambian a su auténtica bola, sino que el título en castellano es bastante poco acertado.
Debo decir que nunca he visto la película original. Si este remake es de esos que solo por serlo ya es malo, es algo que desconozco.
El reparto es estupendo, con Denzel a la cabeza, que casi siempre es garantía de calidad. Entre los secundarios hay tantas caras conocidas que no voy a mencionarlos. A casi todos los habremos visto muchas veces en otras películas y series.
Pero la que más destaca es Meryl Streep. Esta actriz reputada, aquí hace de animal político, un papel que le pega bastante bien.
La trama es un thriller que nos lleva de la guerra a la política, pero que tiene una resolución un tanto inesperada. El protagonista es el encargado de desentrañar una conspiración bastante gorda.
El desarrollo no es tan entretenido como cabría esperar. Creo que el pastel se descubre demasiado pronto, y además se enrollan mucho explicándolo, como si pensaran que fuera difícil de entender, cosa que no es así. De todas maneras se deja ver, y eso ya es decir para una película con mucho diálogo, política y metraje (más de dos horas). Al menos Meryl Streep mejora el resultado con sus escenas.
Quizás no es ideal para verla más de una vez, cuando ya se conoce el final, pero Jonathan Demme consigue algo medianamente aceptable, teniendo en cuenta que después de “Philadelphia” su prometedora carrera pareció terminar ahí.

Fue Jonathan Demme, director de Philadelphia o de El silencio de los corderos, quien, echando mano de gran parte de los actores que intervinieron en Philadelphia o en El silencio de los corderos (Ted Levine, Adam LeFevre, Paul Lazar, Charles Napier), vino a componer el remake de El mensajero del miedo, la película homónima de 1962. Liev Schreiber y Denzel Washington, por su parte, se hicieron cargo de los papeles que, antaño, ocuparon Laurence Harvey y Frank Sinatra.
Es un planteamiento que despierta desasosiego, el de EL MENSAJERO DEL MIEDO; que exista quien pueda colonizar la mente de un cargo político con el fin de manejar, a la corta, los designios políticos de un país; por beneficiar a unos y estropear a otros; para proyectar guerras o minimizar delitos; por quebrantar, en definitiva, un orden constituyente, es perturbador.
Pero gracias a los santos del cielo, que como todo el mundo sabe nos dan una visión global bastante aproximada, aquello de lo que se habla en EL MENSAJERO DEL MIEDO, eso de colonizar la mente de un cargo político para que ponga todo patas arriba, por que donde antes se haya dicho digo ahora se dijera Diego, porque se convierta (el cargo, al fin y a la postre) en un mero títere de unos o de otros, aún no se ha llevado a la práctica. O, cuando menos, aún no se ha tenido noticia de ello.
Lo mejor: que es una película de ciencia ficción.
Lo peor: que esta sociedad nuestra es de ficción.

'El mensajero del miedo' tiene por argumento una gran conspiración gubernamental para crear literalmente un candidato a presidente dirigido como un pelele por hilos invisibles (¿a que os suena?), e incide en su discurso en la crítica política y en la capacidad manipuladora del poder y los gobiernos.

Va un poco más allá de lo habitual en una película comercial sobre la política de su país, pero este espejismo se acaba pronto, al preferir seguir la senda del thriller, y la ciencia ficción, que el camino que se intuía al principio.

'El mensajero del miedo' podría haber sido lo que finalmente no es, y todo queda en un más bien tedioso y absurdo batiburrillo de géneros, al que poco ayuda una despersonalizada interpretación de Denzel Washington, repitiendo papel por enésima vez. Por contra, el personaje de la gran Meryl Streep aporta algo de interés por lo retorcido de su personaje, y porque sigue demostrando que es la mejor actriz norteamericana de las últimas décadas.

Película que actualiza la clásica de 1962 protagonizada por Frank Sinatra, en la que Angela Lansbury hace un papel excepcional, casi comiéndose el del protagonista. En esta ocasión, 2004, los tres actores principales están a la misma altura y nadie mejor que Meryl Streep para hacer de esa madre, una más de la saga de "madres Norman Beats", genial, brillante...como siempre.

La película no ha sido tan valorada como la original pero creo que aquí lo que tiene peso es el blanco y negro, que siempre tiende a ser mejor valorado por los más mayores del corral, pero personalmente encuentro brillante la adaptación. Creerse la antigua es mucho más difícil, peca de ingenua e infantil en los miedos.

Sin duda lo mejor de la cinta es el impresionante reparto, con un Streep malvada que deja paralizados a Schreiber, Washington y de paso a todo el público. Una original mezcla, remake de una antigua cinta de Sinatra con ciencia ficción, terror, acción, drama y política, dirigida magistralmente por un Demme que dirige poco pero que cuando lo hace pone su calidad de manifiesto en cada plano. El suspense, y la música hacen de ella uno de las mejores películas de suspense de los últimos años. Sobre todo yo destaco la crítica a la manipulación informativa y la imagen que nos quieren presentar. Muy recomendable.