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Belle Époque

Comedia. Romance Invierno de 1931. Fernando decide desertar del ejército y se refugia en una casa de campo, donde es bien acogido por Manolo, un pintor excéntrico que vive retirado debido a sus ideas políticas. El chico mantiene sucesivamente relaciones con las cuatro hijas de su protector (Rocío, Violeta, Clara y Luz), sin saber muy bien de cuál de ellas está enamorado. (FILMAFFINITY)
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Críticas 60
Críticas ordenadas por utilidad
3 de agosto de 2012
14 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno siento discrepar con la mayoría pero a mí esta pelicula (como todas las de este director) me parece penosa y por varias razones:
El tema me parece vanal, no creo que en puertas de la guerra civil de este país lo más interesante sea contar como un joven se beneficia a las chicas de una casa.
Lo de los actores en general también estan a un nivel penoso aunque hay actores de la vieja guardia que están a su nivel (González, F.F Gómez...)
Y sobretodo lo peor el protagonista el Sr. Sanz que inspira la nada que hay en sus gestos y mirada (como siempre)
Podría decir muchas más cosas pero para eso tendría que volver a verla y me niego
A propósito a esta película le dieron un Oscar... el maestro Berlanga murió sin ninguno; esto si que da que pensar y no este bodrio.
blancaio
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15 de diciembre de 2009
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda, una de las cimas del cine español de los 90, aparte del segundo Oscar de nuestra cinematografía y la demostración, una vez por todas, del talento de Trueba. Comedia redonda, de perfecto acabado, dónde un soberbio guión del maestro Azcona crea un andamio de película tan clásica en lo relativo a la puesta en escena, desarrollo de la divertida trama y demás aspectos como en la espléndida conjunción/contraposición lograda entre un tono desenfadado y libertario, abiertamente hedonista y feliz, con un tono desengañado y cínico, muy agridulce y nostálgico. Argumentalmente pareciera ser una inteligente combinación entre la magistral "El seductor" de Siegel y una versión libertina de las "Mujercitas", lográndose de la mezcla un film tan optimista como amargo, tan lúcido y divertido, como profundo y reflexivo.
Contiene memorables secuencias, en especial todo lo relativo a la llegada de Mari Carmen Ramírez al caserón familiar, dónde se descubre la "sui géneris" relación entre Fernán Gómez (su marido) y ésta.
Impresionante y adecuadísimo reparto, con la enésima demostración de Fernán Gómez como pilar básico de una película, como hilo rotundo y definitivo de la misma, como referencia insustituible. Tras él hay un memorable trabajo de Agustín González y no menos magníficos del resto del reparto.
Una obra maestra equilibrada, inteligente y cercana a lo maravilloso, que deja el sabor no del cine grande, sino del gran cine: dulce y amargo en perfecta armonía y comunicacion.
kafka
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28 de diciembre de 2021
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dices "Mira, voy a ver esta peli española a la que han dado un Óscar", esperando encontrarte algo interesante, y no. Más bien al contrario, se trata de una peli del montón tirando para abajo, muy inferior a otras producciones patrias que han pasado sin pena ni gloria.

La película es una autocomplaciente y ultraprevisible sucesión de repugnantes actos de amor carnal en una España que, por muy protorepublicana (la película está ambientada en los meses previos a la II República), no dejaba de ser ultracatólica en esencia. Es un insulto audiovisual que exige un altísimo esfuerzo de suspensión de la incredulidad, con todos mis respetos a Fernando Trueba (director) y Rafael Azcona (guionista). Y digo esto sin tener nada en contra del sexo en el cine, al igual que la violencia o lo que sea, siempre y cuando estén bien traidos. Vean "Canino" (Yorgos Lanthimos, 2009) para una sucesión de irrefutables escenas sexuales; o “El Pico 2” (Eloy de la Iglesia, 1984) para un sexo crudo pero natural y consustancial a la acción, por poner un par de ejemplos. En cambio, en “Belle Epoque” el sexo es pueril y forzado.

Hago hincapié en el sexo porque la película gira en torno a él. La importancia de que la lujuria dejase de ser una cuestión de estado pocos años antes de la escritura de su guion es, creo, el único detonante de esta producción, que intenta superar centurias de culpabilidad católica (y toda la vida en el caso de Azcona, que nació en 1926 y cuya adolescencia coincidió con los años más duros del franquismo). Tal era la insistencia del régimen con la lujuria que, como sugiere Fernando Díaz Plaja, para el español de la época no existe otro pecado. "Poca gente deja de confesarse de él; muchos, en cambio, olvidan decirle al cura que han comido excesivamente (Gula) o que se quedan en la cama después de haber dormido lo necesario (Pereza)” (en “El español y los siete pecados capitales”, 1966).

Luis Buñuel incide en sus memorias (“Mi último suspiro”, 1982) que la insistencia en este pecado "contribuía a robustecer extraordinariamente el deseo. Cuando, a despecho de todas las prohibiciones, este deseo podía ser satisfecho, el placer físico era incomparable, pues siempre se asociaba a él ese goce secreto del pecado. Sin asomo de duda, un español experimentaba en la cópula un placer muy superior al de un chino o un esquimal (…) ¿Por qué hay en la religión católica ese horror al sexo? (…) En una sociedad organizada y jerarquizada, el sexo, que no respeta barreras ni leyes, en cualquier momento puede convertirse en factor de desorden y en un verdadero peligro".

De ahí, obviamente, las particularidades del cine español de los 80, libre por fin de ataduras legales. Y de ahí también un Azcona ya mayor y con prestigio, que se lanza al ruedo del sexo con un goce monumental, pero lo hace atrapado en el tiempo: como un preadolescente de 13 años que hace gestos obscenos de forma grosera pero esperando que pronto los pueda llevar a la práctica. Y esta es la vida truncada de dos o tres generaciones de españoles nacidos en el s. XX, como Azcona, y la única lectura interesante de la película. Exclusivamente por ello le doy un 3, que bajo a 2 para compensar el prestigio del Óscar. Y tras este tironcillo de orejas a Azcona subrayo que, fuera de esto, lo tengo en la más alta estima.

(Ya que he nombrado las memorias de Buñuel, insto a que las lean si no lo han hecho ya. Los mejores 10 euros que van a invertir este año, sin duda.)
Ano García
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14 de septiembre de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La esperpéntica comedia de Trueba se rodea de un elenco de jóvenes actores, que a la postre serán la cumbre del cine español, y de Fernando Fernán Gómez, que nuclea las historias de todos ellos. Belle Epoque está ambientada en los años previos a la segunda República española y narra la historia de un desertor del ejército que se hospeda en la casa de un burgués que está a punto de recibir la visita de sus cuatro hijas.

Las excelentes actuaciones se sitúan a la altura del guion; con diálogos moderadores e inteligentes; con una ambientación lograda, costosa y trabajada; con personajes estridentes más cerca de la parodia que de una comedia tradicional; y con una banda sonora que rellena todos los silencios. Su aparente sencillez, con escenas repletas de sexo, sostiene la película correcta y vistosa.

La película guarda la línea y el estilo de Trueba, quizás demasiado personal y particular para cada espectador. Y es quizás ese estilo lo que provoca rechazo en la película: pretenciosa hasta en su más mínimo detalle, con giros alocados del guion que se entrelazan para dar la impresión de parodia de película porno amateur, con una trama sin interés dónde el morbo juega un papel fundamental, y con un humor en algunos momentos pobre y ridículo.
borjugon
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21 de septiembre de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso que muchas de las críticas remarquen que es una película pornográfica por tener el sexo cierto protagonismo en la película, un toque sexual más "picarón" que explícito porque no hay ninguna escena de sexo real y en muchos de los casos tiene una visión humorística como la escena de Fernando Fernán Gómez. No falta añadir que no hay ningún desnudo.

En todo caso en mi defensa a los que tachan está película de "casi pornográfica" habría que preguntarles que cuál es el problema en que se toque el tema sexual, ¿acaso en vuestras vidas cotidianas no hay sexo? ( bueno tal vez sea una pregunta retórica en muchos de vuestros casos)
BlueDark
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