Hacia rutas salvajes (Into the Wild)

Christopher McCandless decide, hastiado de "esta sociedad materialista" y bla bla bla, abandonar la comodidad del hogar familiar (un tanto desestructurado eso es cierto pero donde se le quiere y cuida) y empezar una nueva vida como mochilero cuya meta vital es llegar a Alaska.

El protagonista (recordemos que está basado en una persona real) me parece una mezcla entre el estúpido y egoísta protagonista de 'El guardián entre el centeno' y la Lisa Simpson más radical y panfletista.
No sé si la intención de Sean Penn era convertirle en un héroe o algo así pero lo que el tal Chris lleva a cabo y la forma de hacerlo me ha parecido una estupidez. No hay ningún problema en ser soñador pero desde el individualismo y egoísmo de este tío resulta un tanto irritante.

Y ahora lo bueno:

La música, GENIAL
Los personajes que se van cruzando en su camino, ENTRAÑABLES
Los paisajes, ESTIMULANTES
La fotografía, CUIDADÍSIMA
La dirección de Sean Penn, CLINTEASTWOODIANA

Me ha gustado mucho y el protagonista a pesar de todo me ha caído bien. Cada uno tiene derecho a vivir su vida como le apetece aunque en este caso sea a costa de hacer sufrir a sus padres y su hermana, allá él.

Esta película se puede encontrar una infinidad de emociones que puede despertar en el espectador, desde ganas de irse por "libre" a vivir la vida y dejar toda clase de materialismos hasta a comenzar un momento por darle un par de bofetadas al protagonista.

Creo que hay mucha tela de donde cortar en esta película, análisis psicológicos que pueden desprender un sin fin de preguntas, pero todas elllas llevan de igual manera a un sin fin de maneras de responder, puede seducir a personas susceptibles que esten juzgando la manera de educar de sus padres, a tomar un camino fácil o para muchos puede que sea el de la libertad. Egoísmo es la palabra que mejor definiría la actitud del protagonista, aunque también me viene una paradoja... no el ser humano solamente se debe valer de sí mismo y no necesitar de nadie? Desgraciadamente vivimos en sociedad y a nuestro alrededor hay personas que les importamos y a veces una decisión personal puede afectar la vida de otras personas.

Si hubiera sido más corta creo que me hubiera gustado más, sin embargo no me parece del todo mala... juzguen por ustedes mismos.

Igual no es una película perfecta, pero la historia tiene tanta fuerza que consigue atraparte hasta el último segundo. Para mi es una película que habla de la búsqueda del sentido de la vida, una búsqueda que intenta encontrar el significado alejándose de lo material, y de lo humano, quedándose solo con lo que te da la naturaleza...
La frase que para mi da sentido a la existencia de esta película es: LA FELICIDAD NO SIGNIFICA NADA SINO ES COMPARTIDA.
A parte de lo interesante que resulta la historia y lo bien que están sus actores, hay un gran tesoro en ella y se llama: Hal Holbrook. Cuando aparece el personaje no sabes si te va a caer bien o mal, pero su último dialogo y su mirada final es lo más impactante que le he visto hacer a un actor en los últimos años. Es tan real, hay tanta vida en ese rostro octogenario y tanta tristeza en esa mirada, es uno de los planos más bellos que he visto en el cine, en toda mi vida. Vale la pena haber rodado esta película por esos últimos dos minutos en los que está en pantalla este personaje y por lo que su historia te puede hacer recapacitar y pensar.
Es una película muy dolorosa, en la que se viaja emocionalmente y se madura con el personaje.
Por lo menos hay que intentar verla, porque si te llega y te interesa su historia puedes pasar un gran momento durante la proyección y fuera de ella. Es una película que da para el debate y para comentar apasionadamente.

Generalmente vamos al cine solo a entretenernos y olvidarnos un poco de los propios problemas pensando en los ajenos. Leí algunas críticas (muy dispares) antes de decidirme a ir a verla. Para nada decepcionante.
La historia es sencilla, un muchacho que lo tiene todo (hablando de plata) y se va en la búsqueda de su propio ser, simplemente a disfrutar del planeta, teniendo como último objetivo vivir (no se sabe cuánto tiempo) en la maravillosa Alaska.
Por el camino le surgen más amigos que inconvenientes, al extremo que le provoca a uno agarrar su mochila y aventurarse.
En el mejor estilo de las road movies, este transitar por distintos caminos conociendo gentes tan diversas y practicando diferentes oficios lo van cargando más y más de una sensibilidad que ya quisiéramos para nos.
Envidia, envidia y más envidia fue lo que sentí viendo éste preciosísimo film que además nos regala una fotografía generosa en imágenes dignas de ver en pantalla grande y una música que nos transporta a años muy felices.

Una inteligente película en la que por un lado se critica la dependencia materialista del ser humano,y por otro, se indaga en la busqueda de uno mismo en contacto con la naturaleza y con personas a las que la sociedad o la edad las ha marginado. Repleta de mensajes filosóficos Penn nos demuestra que como director tiene mucho que decir.