American History X

La película nos muestra la hipocresía de estos que dicen ser nacionalsocialistas, y lo que les pasa es que les falta salir un poco más de casa, y buscarse un futuro. Como no tienen futuro y son unos marginados sociales, culpan a la sociedad. Y lo que es peor, algunos justifican o incluso dicen que jamás ha habido holocausto. Pobres ignorantes...

Película dura, nos muestra como una persona con ideas equivocadas se puede redimir, a pesar del coste que le pueda suponer. Donde realmente se ve que el enemigo no siempre es el diferente, el enemigo a veces está "en casa". Recomendable. Y sobre todo para intolerantes e intransigentes.

Fantástica película que afortunadamente carece de buenismo y toca, aunque sea de pasada, todos los palos del racismo: el de estar por casa y de cañas en el bar, el de las injusticias de la vida diária en uno y otro lado del espejo, el de los borregos desamparados buscando sentirse parte de una familia, el de los hipócritas, los desalmados y los victimistas.

Comete un error el que no toma en serio las cosas que dice Derek Vinyard por el simple hecho de llevar una esvástica tatuada en el pecho. Los conflictos existen y tienen muchos prismas. Ignorar esos conflictos o minimizarlos es jugar a la ruleta rusa con la sociedad. La dejadez de los poderes públicos consigue que cualquier irresponsable que hable abiertamente del problema y proponga soluciones (aunque sean descabelladas) consiga automáticamente un lugar de relevancia en la comunidad. Y así los partidos xenófobos de ultraderecha ganan cada vez más peso en Europa, en países como Austria, Grecia, Holanda y muchos otros.

En el año 98 no era tan fácil en España identificarse con el contexto de una película como American History X. Ahora parece peligrosamente familiar. Y ya nos podemos dar (SPOILER ALERT) con un canto en los dientes de que no resulte tan sencillo conseguir armas de fuego en nuestros barrios.

Si una conclusión se puede extraer de esta inolvidable película es que la virtud no está en negar el problema sino en saber como afrontarlo.

Una historia americana X es un drama social que trata las diferentes perspectivas y aspectos sobre el odio, la rabia, la ignorancia, la violencia o el racismo. Derek Vinyard un neonazi, comete varios asesinatos de afro-americanos por lo que le condenan a pasar 3 años en prisión, cuya experiencia cambiará su vida e ideologia... una increíble y magnifica interpretación de Edward Norton por la que fue nominado al Óscar... también un buen trabajo de Edward Fulong (Terminator 2) aunque por debajo de Norton. La película esta filmada en blanco y negro "mediante flashbacks en las escenas del pasado" y en color "en las escenas del presente" elaborando una interesante trama no lineal durante la sensacional narración que mantiene al espectador en vilo... contiene algunas secuencias crudas y violentas visualmente. Un film que hace reflexionar con el mensaje positivo que tiene en contra de la intolerancia y el racismo, formando parte de la injusticia social y demostrando que el odio solo es un lastre y no tiene sentido.

Quince años después "American History X" puede que esté bastante trillada, pero sin duda es la película sobre el racismo y sobre los neonazis por excelencia. Probablemente existan muy pocos institutos en los que no se le haya puesto a los alumnos.

Historia muy bien llevada que mezcla lo que ocurre en el presente (escenas en color) con los 'flashbacks' (escenas en blanco y negro) que terminan de alicatar la trama a la perfección para que entendamos por qué Derek (Edward Norton), Danny (Edward Furlong) y el resto de la familia son como son. Todos los actores están en estado de gracia, la dirección, la fotografía, la música y el final (sobre todo el final) son excelentes. En definitiva, todo está bien hecho a la hora de tratar un tema tan candente como este.

Abrumadora historia con moraleja, de las que calan hondo y marcan de alguna forma a quien las ve.

Hay muchas películas de denuncia social que tienen como tema el racismo, lacra que desgraciadamente sigue estando de actualidad y de la que países como USA siguen arrastrando desde hace años. El filme de Tony Kaye aúna ese problema con otro no menos controvertido como es el de las bandas callejeras y tribus urbanas extremistas, como pueden ser los neonazis en el caso que nos ocupa. Una mezcla explosiva que Kaye se encarga de preparar y presentar de forma elegante, pero sin eliminar ni un ápice de su inevitable crueldad.

Sin embargo, el filme es la historia de redención de Derek, un ex “skin head” (Edward Norton) arrepentido que ve cómo su hermano pequeño, Danny (Edward Furlong), está siguiendo su mismo camino erróneo. Mediante flashbacks, vemos la evolución que ha seguido Derek desde que lo encierran por asesinar a un negro hasta que sale de prisión totalmente reformado, a pesar del tatuaje de la esvástica nazi que siempre le va a acompañar como una cruz con la que tiene que cargar de por vida por sus pecados. La parte del filme en la que se desarrolla el drama carcelario es, por tanto, la más explicativa y, probablemente, la más interesante tanto en ejecución como en mensaje.

Además de la evolución del personaje principal, también se aprecia un cambio de actitud drástico en las personas que le rodean además de las que dependen de él, algo lógico si tenemos en cuenta que no es un simple cambio de corte de pelo. La intolerancia y el odio siguen tan arraigados en ellos que se hace difícil, y en muchos casos imposible, mantener las mismas relaciones que antes.

Kaye muestra además pinceladas sobre la organización de esos grupos de ultraderecha, dirigidos (y financiados) por un cabecilla o líder que, como en una secta cualquiera, lava el cerebro de los nuevos integrantes con ideas xenófobas, haciendo del odio el carburante con el que se mueve el motor de la violencia injustificada. Una violencia que se cobra sus víctimas hasta el final, como Kaye nos transmite hasta el último minuto de la cinta de forma cruel, pero soberbia.

Es de destacar las interpretaciones de los dos Edward, pero el Norton brilla con luz propia siendo capaz de desarrollar registros distintos con un mismo personaje. Asombra de verdad su capacidad para transmitir odio y, al mismo tiempo, simpatía con una sola mirada, siendo para mí su papel más brillante hasta la fecha.

“American History X” nos llena de emociones dispares y pega un mazazo contundente a las conciencias, lo suficiente como para hacer esta película difícil de olvidar. Imprescindible.