12 años de esclavitud

Cuando una película resulta intachable desde el punto de vista técnico y emocional, cuando tiene pulso y oficio, cuando funciona a la perfección como un buen producto cinematográfico, cuando además es comprometida y dolorosa, se hace muy difícil no hacer otra cosa que reconocer sus virtudes y rendirse a ella. Eso le pasa a “12 años de esclavitud”. Que es sencillamente impecable. Y también, por qué no, que seguramente sea la película más seria hecha sobre la esclavitud.
He leído que es manipuladora emocionalmente, pero no estoy de acuerdo. Que tenga un alto contenido emocional y no lo escatime es una cosa, y que juegue a manipular emocionalmente al espectador es otra. ¡Pues claro que tiene contenido emocional esta película! ¡Y qué! ¿Dónde está escrito que el buen cine tenga que escatimarnos lo emocional? Vamos a ver: Steve McQueeen no rebusca en lo emocional de esta historia para subrayarlo con intención manipuladora porque la historia que nos narra es emocional en sí misma, y emocionarse con ella es tan natural que lo contrario sería un demérito del director. Sencillamente McQueen no oculta esa carga emocional, lo que no significa que la manipule. Simplemente está ahí. Yo también podría decir, llevando mi juicio a un extremo que no sostendré, que lo manipulador habría sido callar el contenido emocional de la historia.
Bien. Hasta aquí el haber de la película, sobre todo frente a ciertas críticas que he leído. Ahora el debe: “12 años de esclavitud” no tiene prácticamente nada que no hayamos visto o leído ya sobre el tema. Es un perfecto dèja vu, con unos esclavos sufridos y solidarios, un patrón inhumano y unos capataces rastreros. Quizá la figura del amo que compra inicialmente a Solomon sea la que tiene más contrastes, la menos maniquea... Es cierto que la película plantea una situación de partida ciertamente original: un hombre libre es engañado y convertido en esclavo, y que ello permite reforzar emocionalmente el drama del protagonista facilitando la empatía con el espectador, pero, más allá de ello, la sucesión de tristes episodios y escenas dolorosas es conocida de sobra. En concreto, a quien esto suscribe le han impactado especialmente dos escenas (las menciono porque no creo destripar nada): la escena en que la madre negra suplica no ser vendida sin sus hijos, que nos resulta muy conocida; y la flagelación final, vista hasta la saciedad y cuya única originalidad reside en subrayar sin piedad el aspecto más cruento del asunto mediante el uso de un contraplano que nos muestra cómo se abre la carne a cada golpe del látigo, imagen tan perfectamente prescindible como, por eso mismo, criticable, que sí hurga gratuitamente en las vísceras del espectador.
“12 años de esclavitud”, en fin, merece ser reconocida en su justa medida. Ni en más ni en menos. Simplemente.

Super mega sobrevalorada.

Me parece bastante hipócrita, que una sociedad como la estadounidense, se recree en estas películas, y luego sea uno de los países más racistas del planeta y encima tenga un presidente negro. Realmente es de estudio.

Y creo, que igual que con los héroes, necesitan de tanto en tanto una película así. A mí sólo me faltó ver una "El color púrpura" para darme cuenta de lo que pasó.

Eso sí, sería muy interesante, que una vez dejaran este periodo de época, se centraran en un periodo de época un poco más atrás: ¿de donde salieron los negros en Estados Unidos? Eso sí que sería interesante...

No se puede creer que esta película haya ganado tantos premios
Quizá de las pocas cosas buenas que tiene esta película es el hecho de haberse invertido muchísimo dinero para cada toma. Se puede ver en la pantalla todo lo que el dinero pueda comprar. Escenas bien limpias, bien cuidadas, con actores muy bien pagados. La fotografía bien pulida y tratando de dar un toque realista (que la historia contradice totalmente) y una forma elegante, por llamarla así.
Más de lo mismo de un cine industrioso o industrial, (como ustedes prefieran el término).
La verdad no entiendo qué sucede con la industria cinematográfica de Hollywood cuando se trata de la conformación de una historia "real". Pienso que para ellos el crear una historia "real" tiene que ver directamente con la creación de de personajes buenos, iluminados por la pureza, que luchan contra otros llenos crueldad y que aman el castigo. La realidad no es así.
Pero creo que fuera de querer plasmar una historia como real, Hollywood buscó una vez más seguir la receta, la fórmula. Es pues un concepto netamente industrial el que se ha usado para crear esta película: seguir una formula conocida que asegure la venta de un producto. Nada de riesgos o cosas nuevas, simplemente tratar de buscar el sufrimiento que tanto cautiva al público y establecer un esquema maniqueo: los esclavistas unos demonios, los esclavos ángeles (jesucristos que caminan y sufren) y en medio de todo, un canadiense que creía en la libertad. Wow, es para de verdad rascarse la cabeza y preguntarse qué ondas.
Por eso, 12 años de esclavitud es una historia fácil de seguir, sin elementos "complicados", de fácil interpretación, que tiene un protagonista, un antagonista y un final feliz.
Y fue así como nació otra película más que nos habla sobre nada que no se haya dicho con anterioridad. Sin embargo, hubo un momento, quizá con ánimo de no seguir la misma fórmula de siempre (asqueados me imagino por fingir estar haciendo una película cuando era un producto lo que estaban fabricando), decidieron quitar el castigo al antagonista, es decir, que al final "el malo" de la película no recibe su merecido como indica la receta, no sufre un castigo ejemplar para alcanzar la "justicia divina" que buscan las audiencias (que no es más que el ojo por ojo diente por diente). Pero eliminaron esa parte pensando que así no se estaba siguiendo al pie de la letra la receta hollywoodense, como diciendo "vamos a ser libres para crear a nuestro modo, dejemos de ser esclavos de las fórmulas"

Una de esas películas con las que hay que tener cuidado de separar la temática del valor cinematográfico. Quiero decir, que es un tema que toca la fibra y uno parece que se siente obligado a decir que está bien la película, o de hecho nos parece que está bien porque nos conmueve... pero hay muchas películas de serie B con las que pasa lo mismo y no se acuerda nadie de ellas. En el aspecto formal, "12 años de esclavitud" está bien hecha y hay interpretaciones magníficas, pero la historia es como si ya la hubiéramos visto... es más de lo mismo, de un tema que además por suerte ya está bastante superado. No la recomiendo, encima es larga.

Cuenta con el dudoso honor de ser la película que mató la credibilidad de los Óscar. Y, paradójicamente, no es una película que destaque por su wokismo o, por lo menos, no contiene ni una centésima parte del victimismo racial que se impone, de media, a cualquier producto actual que quiera obtener su certificado. Aquí es importante señalar que una película no es woke cuando va de conflictos de negros y blancos o cuando incluye protagonistas gays o feministas sino cuando no hay historia fuera del mensaje activista de turno o cuando deja que el mensaje se coma a la historia. “12 años de esclavitud” es la historia de toda clase de injusticias y desventuras padecias por un ciudadano negro varios años antes de la Guerra de Secesión (y, por tanto, varios años antes del fin de la esclavitud en EEUU) por parte de una sociedad y unas leyes, idiscutiblemente y a todas luces, racistas.

Así que sí, el racismo está presente durante toda la cinta, pero la película no se plantea como una lucha de buenos contra malos ni como la prueba de que la sociedad no ha evolucionado en tres siglos, simplemente es la recreación de una supuestamente basados en hechos reales. Digo ‘supuestamente’ porque todos sabemos lo amplio y generoso que es es ese concepto cuando se quiere pero, y esto es un punto a favor de “12 años de esclavitud”, la obra se gana con creces el beneficio de la duda e independientemente del grado de rigor que pueda contener, puedo dar perfectamente como válidos sus postulados generales: fue una época donde toda clase de tropelías hacia los negros era impunemente posible y lo que veo en pantalla se antoja perfectamente real. Es más, la película no cae en una excesiva dramatización ni en subrayar lo reprobable de los acontecimientos sino que, con buen criterio, confía en la inteligencia del espectador para empatizar (con independencia del color de piel) con el que padece la injusticia y odiar con todas sus fuerzas al que abusa del poder para ejecerla.

“12 años de esclavitud” está bien escrita y bien realizada. Tiene un mensaje positivo y es una buena película para ver en el cine o en el salón de casa. Para su desgracia, tuvo al enemigo en casa, a todos los mermados de todas las condiciones y estamentos sociales que decidieron (y, lo que es peor, impusieron) que ya iba siendo hora de que una película de corte afroamericano ganara el Óscar, devaluando el producto al sembrar la sospecha de que los premios obtenidos no eran reflejo de calidad sino de satisfacer al activismo dominante en ese momento. Era el año de “Gravity”, “Capitán Phillips”, “Dallas Buyers Club” y “Her” y, sinceramente, creo que no era, objetivamente, la mejor de todas ellas: creo que “Gravity” es mejor película aunque, curiosamente, me gustara menos y “Capitán Phillips” es la que más me gusta de todas, aunque veo más cine en “12 años de esclavitud”. No sé, a veces Dios escribe recto con renglones torcidos.