Haz click aquí para copiar la URL

Amor

Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
<< 1 4 5 6 10 60 >>
Críticas 299
Críticas ordenadas por utilidad
3 de febrero de 2013
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joder, este Haneke. Ya sabía yo que volvería a pasar por una experiencia dura (la obra de este hombre es cualquier cosa excepto ligera y cómoda). Me arriesgué una vez más... Y por el momento no me defrauda. “Amour” incluso va un pasito más allá en el que quizás sea su film más brutalmente realista y sencillo. La vejez pura y dura, sin adornos ni endulzantes. A veces nada da más miedo que ver un reflejo de la misma vida.
La senectud no perdona ni a los matrimonios más felices. En algún momento ha de llegar la hora de afrontar que la vida no dura para siempre, y que el “hasta que la muerte nos separe”, que aquel florido día tan lejano se pronunció con la ilusión de lo remoto, de un pájaro de mal agüero que se podía espantar de un manotazo descuidado, es una frase cargada de un sentido aplastante, porque queramos reconocerlo o no, la muerte espera para quitarnos todo y, se demore los años que se demore, al final reclama a sus presas.
Aún si el recodo terminal hacia ella fuese liviano, si consistiese simplemente en cerrar los ojos y marcharse dulcemente en el olvido del sueño, sin sufrir, sin darse cuenta, sin dolores ni frustraciones ni miedos, con el mínimo de molestias y carga hacia quien tendrá que ocuparse del funeral... Si así fuese, ese camino sería tal vez más fácil de recorrer, mejor aceptado. Pero como nunca sabemos en qué estado nos vamos a encontrar cuando nuestra hora nos vaya llamando, eso es lo más preocupante.
Todos queremos llegar a viejos, contar con muchos años por delante, como si por arte de magia el camino se detuviese en el punto de una plenitud eterna. Y con suerte algunos verán cumplido su deseo: llegar a viejos. Ya han vivido más que otros. Y, ¿entonces qué? Se pone en marcha una ruleta rusa. Tiene un tambor con bastantes muescas y apenas una de ellas lleva la inscripción “vejez razonablemente saludable, con pocas incidencias.” En el resto de las muescas se lee: “Enfermedades crónicas”, “Enfermedades fulminantes”, “Demencia”, “Alzheimer”, “Pérdida de facultades”, “Incapacidad progresiva,”, “Soledad”.
Haneke te toca en medio del alma porque te espeta el pánico a convertirte en Anne o en George. Caer presa de la decrepitud a ojos vistas y sentirte tan aterrado porque tu cuerpo se transforma en una cárcel marchita, mientras tu amor de toda la vida te ve languidecer y daría lo que fuera para evitároslo a los dos, porque tanto tiempo compartido no basta para prepararnos para lo peor, porque estamos tan indefensos y no nos resignamos a cuarenta, cincuenta años juntos y acabar así.
Tu amor de toda la vida se escapa de tu lado de la forma más cruel que la naturaleza pudiera idear, robándole su identidad, sus fuerzas, su autonomía, su dignidad humana, y la impotencia te corroe cuando no puedes hacer casi nada, eres tan pequeño, tan inútil, te aferras a la escasa ayuda que le puedes ofrecer y nada es suficiente.
Haneke no te suavizará el trayecto. Te colocará delante a tus abuelos, a tus padres, a tu pareja, a ti mismo y a todos los que quieres ya cerca de la recta final. Después de lo mejor. Cuando el álbum de fotos ya sólo muestra reliquias lejanas.
Por eso, no la veas si crees que no podrás soportarlo. Porque cualquier parecido con la realidad es crudamente cierto.
Vivoleyendo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de diciembre de 2012
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si tuviésemos que elegir un caso paradigmático acerca del desconcierto de los sentidos provocado por el visionado de una película o la indecisión a la hora de hacer una valoración sobre la calidad artística de lo que se nos ofrece, “Amor” ocuparía ese lugar indefectiblemente. A pesar de la difícil asimilación y posterior disección de su contenido, sobre lo que no hay ninguna duda es acerca del brutal impacto que genera en el espectador, la dirección de ese impacto puede que sea caprichosa, pero ¡vaya si existe!

Algo que se puede decir de Haneke sin temor a equivocarse es que sus películas no dejan indiferente a nadie. Su estilo es conciso y austero, sus historias provocadoras y salvajes, su concepción del arte radical. Todo ello rodeado de una persistente obsesión por romper con la narrativa tradicional. El comienzo de la película en una declaración de intenciones en este sentido: el plano del concierto modifica el sujeto de la acción, es la orquesta la que adquiere ese rol, mientras que el público pasa a ser el objeto observado. ¿Libertad creativa, justificación formal o simple fatuidad? Cada uno que juzgue por sí mismo.

El resto de la narración es una constante incursión en el terreno de iconoclastia discursiva, los prolongados planos fijos y el ritmo pausado que los sostiene son una invitación a la reflexión, detienen el tiempo y multiplican los puntos de vista del espectador acerca de la obra.

Podríamos decir que “Amor” es uno de los más bellos ejemplos del intento por parte del hombre de dar sentido a la existencia. El desarrollo del ser, único y determinado, dentro de esa realidad superior que es la vida, se alimenta de la yuxtaposición de elementos irracionales que impiden su letargo: el odio, la pasión amorosa... Sin embargo, estos elementos no sirven de nada a la hora de afrontar la realidad del final de la existencia; el paso del tiempo, la vejez... nos muestran el vacío del universo, el desconsuelo ante lo desconocido. Solo un elemento descargado de irracionalidad, liberador de lo superfluo, es capaz de darle un sentido a todo ello: el amor con mayúsculas, el amor entre entes concretos, único o diversificado, correspondido o no, eterno o efímero… no es solo el motor de la vida (como podría serlo la pasión amorosa), sino también una posible justificación de lo inexplicable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
CBHCBH
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de febrero de 2013
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se deja ver. Cine europeo al 200%. No es tan tremenda como me la esperaba, (me refiero a ser gráfica o doliente), porque la realidad, tristemente, es muchísimo peor. La historia que narra esta película se me antoja bastante light y dentro de lo malo, afortunada para ambos, que se tienen entre sí, una buena pensión, a juzgar por lo que se ve, y una familia preocupada (de aquella manera, porque la hija es canela fina). Ya es mucho más de lo que he presenciado en demasiados casos reales.
Los planos largos y estáticos y yo no nos llevamos bien, porque no me aportan absolutamente nada, ni visual ni emocional ni argumental.

Las interpretaciones de ambos son muy buenas, no sólo ella, Jean-Louis Trintignant está muy bien, pero los diálogos lo encuentro engañosos, poco naturales y demasiado forzados. Esto podría estar relacionado con mi primera frase: cine europeo. Pretende ser tan intimista, tan intrínsecamente humano y profundo que me invade la misma sensación agobiante de entrar en un Ikea. No hay más alternativas que la de seguir el condenado pasillo y sus flechas hacia adelante, introduciéndote más y más en las tripas de la bestia, o morir en el intento de encontrar la salida sin ayuda. Toca dejarse llevar.

Y una última, (y esta sí quisquillosa) puntualización: si quiere hacer una película tan vívida, profunda y lacerante que parezca un documental, que no caiga en el maldito error de director de telefilm (explicaciones en spoiler).

No le reclamo calidad y detalles a una película de Antena 3 cuyo máximo objetivo es, con suerte, conseguir que no te eches la siesta. Pero si me viene de profundo, de visionario, de genio y con su megalomanía galopante, sí, quiero exactitud, y sí, quiero detalles. ¿Presume de realismo? Que me lo demuestre, y no meta la pata en las cosas más simples.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ipathia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de marzo de 2013
34 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
El otro día tuve el dudoso honor de soportar 'Amour', de Haneke. Siento decir que me aburrió. Mucho. Lo indecible. Bueno, en realidad no lo siento. Mi predisposición era buena. Hice de tripas corazón y le perdoné el tostón que me cascó en 'La cinta blanca'. Craso error.

A los 20 minutos ya estaba maldiciendo otra vez. Me la tragué entera, con la esperanza de que algo en una película tan anodina me emocionara. Sí, sí, ellos están fenomenal. Brutales están. A poco que hagan, tienen que destacar sobre la NADA que rezuma la película. Todos hemos visto a gente anciana a nuestro alrededor envejecer, perder facultades, hundirse poco a poco en el ensimismamiento que producen los diferentes males asociados a la edad y la enfermedad. La película de Haneke no me aporta una mierda. Y, lo que es peor: no me emociona. Alargar las escenas hasta el infinito no hace que una película sea más profunda. Bien al contrario, la única emoción que me provoca es la ira, el aburrimiento, la sensación de estar perdiendo mi precioso tiempo en un solemne, pedante y estrambótico monumento al tedio.

¿Que el director me quiere transmitir la desesperación de los personajes? ¿Su rutina? ¿Su mal? ¿Su vaya usted a saber qué cosa? Pues no lo consigue. Los bostezos que me provoca con cada minuto de metraje me lo impiden. La película termina poco después de la irritante cacería de una paloma con una manta. Ridículo. Esto no es una película: es un cortometraje malo de 7 minutos alargado hasta el absurdo que supera los 120. Me dan igual los premios. Me dan igual los reconocimientos. Me da igual la intelectualidad y su puta Mulder. Haneke me aburre. Pero ésta prometo que será la última vez.

Por cierto: el amor del título no lo vi por ninguna parte.
random_play
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de diciembre de 2012
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para hablar de Haneke es inevitable tirar de teoría, en concreto la relativa al ser humano y su incapacidad para ser feliz. Y puede que haya un poco de trampa ahí, ya que hablar de nuestro lado azul resulta infinitamente más fácil que hablar de la huerta y su alegría. Pero dentro de esa facilidad hay niveles, y Haneke se desenvuelve como nadie (¿tal vez Zonca?) en el ecosistema de las emociones afiladas. El ser humano mal aspectado maneja perfectamente el tempo de la desazón, miedo, melancolía, e incluso sabe medir la pegada de la violencia, sea individual o estructural, la acometa o no. En una librería encontrarás un buen puñado de libros que intentarán ayudarte a ser feliz, pero no encontrarás ninguno que te dé pistas para ser infeliz, porque el ser humano tiende al masoquismo, a la autocompasión o al victimismo, y no necesita que nadie le guíe en el abismo ya que venimos de serie con el software instalado.

Que Haneke sea un maestro en el manejo de la violencia y sus caras a mi me lo demuestra siempre por esa puesta en escena tan aséptica, tan esterilizada, podría parecer que la visión inmaculada resta pegada pero siempre provoca el efecto contrario. La bofetada de "Amour" me parece más violenta que el puñetazo en la barriga que Philippe Nahon atiza en "Seul contre tous", a Gaspar Noé le pone el borbotón a Haneke los guantes blancos. Haneke fija el ojo en las aristas, coloca la cámara siempre en el ángulo correcto y resuelve las distancias como nadie, filme palomas o humanos, para ya no meterte en la historia, más bien hacerte cómplice de lo que allí suceda.

Si en “Funny games” uno de los protagonistas se dirigía a la pantalla para hablarte a ti directamente, en “Amour” la cerradura del apartamento en el que se desarrolla la historia está forzada, es decir, hemos forzado una puerta para cotillear la intimidad de una pareja, ya no somos sólo espectadores, somos delincuentes. recurso que también utiliza Jaime Rosales en “Sueño y silencio” cuando Oriol se da la vuelta en el parque tras darse cuenta que eres tú el que le estás siguiendo.

En "Amour" sin embargo, la glaciación emocional desaparece como brújula, dejando paso a una historia de amor crepuscular, tan sencilla como luminosa. ¿Haneke hablando de amor verdadero? pues sí, esta película es una definición muy precisa de ese sentimiento total, de esa expresión vital y afectiva, inmanente en su capacidad de ser con el otro u otra como sucede con la espléndida Emmanuelle Riva. Que resulte dolorosa o retorcida, me lleva a pensar en lo poco que sabemos del amor, la realidad está ahí para el que quiera verla, el que prefiera cerrar los ojos está perdido, que se lo pregunten al papel que interpreta magistralmente Isabelle Huppert. hablemos de cosas serias como dice Jean-Louis Trintignant, hablemos de que si esto es una película dura el ser humano se ha olvidado de sentir. la angustia nace siempre de la desconexión con la realidad, si aceptamos vivir lo desagradable hasta el fondo llegaremos a la verdad.

Para mi es de todo eso de lo que habla “Amour”, por lo tanto estoy a bastantes órbitas de considerarla una película dura, creo que no sabemos ser felices porque entendemos como un problema tener problemas y olvidamos que la existencia misma es felicidad a pesar de los picos en la gráfica de nuestra vida.
árbore
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 60 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow