Happy Feet: Rompiendo el hielo

La mejor película de dibujos animados. Excelentes escenas y paisajes, emocionantes persecuciones, una banda sonora sobresaliente. Argumento mínimalista, es para niños; pero con dosis de ecologismo y lingüistica animal. Ya podemos hablar con los animales: a través del ritmo, si señor. Qué gran descubrimiento!. Os aseguro que saldréis con una sonrisa de oreja a oreja.

Gran película de animación que sin embargo según van pasando los minutos va decayendo, muy a mi pesar. Alguien podrá decir que no tiene por que ir por separado diversión con crítica social; pero sinceramente pienso que cada historia tiene su momento. Por que estropear una gran película, en un principio súper divertida. En fin, film para pasar una primera media hora de diversión y después quitarlo.

¿Por qué incalificable?
Porque no sabría decir si me ha horrorizado o me ha encantado.
Por momentos surrealista (y mucho) pero en otros instantes encantadora e impactante.
Si se piensa fríamente, no deja de ser un batiburrillo con música pop de clásicos creados por el magistral cine de Walt Disney (hablo del cine Disney bueno, no de las ñordas de hoy en día).
A favor tiene, como he dicho antes, escenas de impacto visual y sonoro, pero no puedo dejar de imaginarme que con una BSO creada expresamente para la cinta hubiera salido un resultado mejor (reciclar grandes clásicos de la historia para ver a unos pingüinos bailando no me motiva).

Aún así, se agradecen productos como estos que buscan recuperar la animación más clásica y alejarse de los horrorosos guiones deudores de Shrek y sus chistes escatológicos.
Sí, la recomendaría, entretiene.

Una colonia de pingüinos emperador vive para la canción, especialmente porque ésta le vale para aparearse de una manera u otra. Pero uno de los recién nacidos no tiene esta habilidad, la cual compensa con un don especial para el baile, algo mal visto en su grupo vital, por lo que se siente marginado. Esto le hace emprender un viaje apasionante en busca de los "alienígenas superiores", que no son otra cosa que los humanos, en busca de respuestas.
Este es el interesante argumento de una película de una calidad de animación envidiable y muy detallada. Los números musicales están perfectamente intercalados en la aventura de nuestro protagonista (hijo de unos referenciales Memphis y Norma Jean), y la película divierte bastante a la par que reflexiona sobre aspectos como la ecología, la soledad, el paganismo, la aceptación y hasta el racismo.
Mención especial merece el hilarante grupo hip-hopero de pingüinos enanos de acento sudamericano.

Me pareció una película muy entretenida y entrañable. No solo es para niños, también para adultos. El trasfondo del film es lo que no me gustó: una sociedad muy conservadora en que, cuando alguien es distinto a los demás, se le aísla y discrimina. Pero aún así, tanto la banda sonora como la animación digital hacen milagros y un regalo para la vista. Tenemos la tecnología más avanzada que crea cine sin actores de carne y hueso, disfrutémosla.