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Cinema Paradiso

Drama. Comedia 'Cinema Paradiso' es una historia de amor por el cine. Narra la historia de Salvatore, un niño de un pueblecito italiano en el que el único pasatiempo es ir al cine. Subyugado por las imágenes en movimiento, el chico cree ciegamente que el cine es magia; pero, un día, Alfredo, el operador, accede a enseñarle al pequeño los misterios y secretos que se ocultan detrás de una película. Salvatore va creciendo y llega el momento en el que ... [+]
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Críticas 539
Críticas ordenadas por utilidad
13 de diciembre de 2009
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre he creído que cuando nacemos estamos hechos solo de amor. Mira en los ojos de un niño y es probablemente lo único que verás. Pero ese amor que en principio nace puro está condicionado desde el origen. El niño observa, quiere aprender y desde sus primeros pasos su vida empieza a determinarse por el amor que recibe, todo lo que palpita a su alrededor le influye y en base a ello irá construyendo su personalidad. En Cinema Paradiso se nos presenta a un niño, Salvatore, al que todos llaman Totó, que está encandilado por lo que sucede en el pequeño cine de su pueblo. Pero al pequeño Totó no le basta con sentarse en la butaca como al resto de los niños, el quiere ver que hay detrás de la pantalla, y por eso persigue hacerse amigo de Alfredo, el operador que proyecta las películas. Cuando amas no puedes ser un mero espectador tienes que dar el salto y participar aunque conlleve las reticencias de otros. Totó amaba el cine y su corazón le empujó a fundirse con él. ¿Acaso hay alguien que ame más la magia que el propio mago en sí?

Con el tiempo los amores de nuestra niñez se entremezclan con sentimientos nuevos que nos hacen volver a empezar de cero. Desconocíamos la pasión, el deseo, el mero poder de un beso y todo ello se le presenta a Salvatore en la figura de Elena, la chica que le enseñará que hay muchos tipos diferentes de amor. Y como cuando era un niño, Salvatore observa para ir poco a poco acercándose nuevamente a lo que ama. Y no resulta el camino recorrido demasiado diferente al que le llevó a construir su amistad con Alfredo, aunque en esta ocasión el devenir de la vida y los obstáculos serán demasiado sinuosos. Sin embargo, Salvatore recordará siempre a Elena como al gran amor de su vida. ¿Acaso no es el primero siempre único e inolvidable?

Llegada la edad adulta seremos lo que el amor ha querido que seamos. Salvatore es un hombre de éxito, que ha sabido devolverle al cine todo lo que éste le había dado pero en su cama se ha instalado el vacío en forma de amantes que vienen y van. En sus ojos tristes se refleja el recuerdo de Elena y también el de su amigo Alfredo y no puede si no darle la espalda al fantasma que comparte su cama para llorar en soledad los días pasados ¿Acaso no hemos llorado recordando un amor verdadero que se ha volatilizado?

Y ha de ser en un regreso al viejo Cine Paradiso cuando todo el amor del pequeño Totó, del joven Salvatore y del hombre que se ha forjado a través de ambos, estalle al final ante sus ojos y por extensión ante los nuestros que hemos pasado de ser meros espectadores a participar con nuestras lágrimas del amor hacia el cine, hacia nuestros amigos y hacia aquellas mujeres que verdaderamente hemos amado, porque dime ¿Acaso no se empañaron tus ojos?

https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
Wild In Love
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17 de octubre de 2014
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así es, pese a ser un amante del cine, y haber disfrutado de muchos de sus clásicos, como “Luces de la ciudad” (City Lights), “Casablanca”, “12 hombres sin piedad” (12 Angry Men), “Matar a un ruiseñor” (To Kill a Mockingbird) o “El golpe” (The Sting), entre muchos otros, todavía no había tenido el privilegio de ver esta extraordinaria película. Como si de un deseo cumplido se tratase, mi primera vez tenía que ser en un cine, y que mejor cine que mi querido ‘Cinestudio d’Or’, aquí en Valencia la ciudad que me vio nacer, y del mismo modo, que mejor compañía que la de una de mis mejores amigas, con la que además tengo la suerte de compartir mi amor por el cine.

Y de esta manera comenzaba una tarde inolvidable: tras comprar las entradas nos decidimos a acomodarnos en los asientos centrales, dónde solemos alojarnos cada vez que venimos a este peculiar y acogedor cine, dónde se invita a la gente a degustar de la comida y bebida que traen de sus casas a la par que de las películas que se proyectan en sesiones continuas, un cine en el que hay personas mayores que van a pasar la tarde viendo varias veces las dos películas de la semana, otras que vienen a dormir e incluso roncan, y dónde el amor por el cine se antepone al lucro.

A continuación, el proyector da rienda suelta a la historia de nuestro pequeño, descarado e intrépido Totó, nos contagia su tierna y pícara sonrisa, nos encariñamos del entrañable Alfredo, y junto a él nos enamoramos de toda la magia que desprende ese gran invento llamado cine, un lugar en el que los sueños se hacen realidad.

Pude reír, llorar, pero sobretodo, disfrutar de cada secuencia como el niño que vive todavía en mí, e ir creciendo con Totó hasta convertirme en el joven Salvatore, recordando nuestro primer gran amor y consecuente desengaño, y aprendiendo de los golpes del destino, siempre al lado del incondicional Alfredo y sus sabios consejos extraídos de célebres frases de la historia del cine (pese a que sus dos mejores reflexiones no lo sean, tales como son ‘la historia del soldado y la hija del Rey’, y una de ‘cosecha propia’ que le regala a nuestro Salvatore junto al mar).

Por último, que decir de un final que derrocha pasión por el séptimo arte (etiqueta que curiosamente fue otorgada por un crítico italiano, Ricciotto Canudo), un verdadero homenaje al que sin duda es el gran amor de Salvatore a lo largo de toda la película: el cine. Tan sólo puedo dar las gracias a Giuseppe Tornatore por hacernos este regalo en forma de largometraje, y a mi querida amiga por compartirlo conmigo en una de mis mejores tardes de cine, qué más puedo decir.
Lombo22
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10 de mayo de 2005
22 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un chico y un hombre encargado de las películas que se proyectan mantienen una peculiar relación, convirtiéndose con el tiempo en amistad, respeto y hasta adoración. Juntos, ven pasar la historia del cine desde el proyector que ambos manejan, quedando el chico perdidamente enamorado del cine. El director italiano regala un pequeño homenaje al cine desde el cine, terminando todo en uno de los finales más hermosos que se le haya echo al séptimo arte. La música es deliciosa, quedándose en nuestras cabezas mucho después de terminar la película. Los actores están formidables, para el recuerdo la relación entre el viejo y el niño, quedándome particularmente gratamente sorprendido de la actuación de este último.
The_End
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26 de noviembre de 2007
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nostalgia (definición de Wikipedia): "describe un anhelo del pasado, a menudo idealizado y poco realista.
La nostalgia es referida comúnmente no como una enfermedad ni un campo del estudio, sino como un sentimiento que cualquier persona normal puede tener. La nostalgia se puede asociar a menudo con una memoria cariñosa de niñez, una persona, un cierto juego o un objeto personal estimado."


Esta película tendrían que exigirla en la asignatura de educación para la ciudadanía, en ética, en religión, incluso en clase de matemáticas. Deberían ponerla en los recreos, en las iglesias, en los descansos de los partidos de fútbol, en los parques, a la hora del bocata en el curro, en el metro…
Debería existir un canal monotemático, tigretones con cromos de Toto y Alfredo y pizzas Giancaldo…

Impresionante.
Un maravilloso viaje a la infancia, a los recuerdos más entrañables, a la verdadera amistad, al primer amor…a la vida. El conmovido homenaje a una época dura y cruel, llena de dificultades, pero repleta de esperanza.
Las interpretaciones,(sobre todo Noriet), la dirección, y la banda sonora de Morricone son sencillamente antológicas. El magnífico desarrollo de la historia y sus personajes, esas inolvidables secuencias de la iglesia donde se proyectaban aquellas películas “sin besos” y el hermosísimo final, homenaje al cine y su maravillosa historia, sitúan con merecimiento a Cinema Paradiso en lo más alto del olimpo cinematográfico.
pipona
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6 de julio de 2010
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de los aspectos técnicos de la película sería una falta de respeto pues ésta, trata de sentimientos. Si la ves:

El final te humedecerá los ojos cada vez que lo veas.
Te preguntarás como eran aquellos tiempos en los que no había televisión, y aunque no lo hayas vivido, la película hará que creas que sí lo has hecho.
Recordarás a la primera chica de la que te enamoraste.
Recordarás tu niñez.
Recordarás el primer beso.
Recordarás pequeños detalles sobre tu vida que creías olvidados y que siempre te sacan una sonrisa.
Recordarás a todas y cada una de las personas que han tenido algo que ver en tu vida y a las que guardas un gran cariño.
Conseguirá erizarte todos los pelos de tu cuerpo con solo escuchar una nota de su banda sonora, (Ennio Morricone es Dios).


Esta película... te hará mejor persona.
Héctor
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